Ellas tienen luz propia, son sobrevivientes
Son mujeres hermosas, valientes, con energía y con actitud positiva cada amanecer; viven con esperanza y disciplina, ellas representan a cientos de mujeres sobrevivientes de cáncer. Esta enfermedad está entre las primeras en incidencia en nuestro país; ellas son testimonio de vida, ofrecen conferencias, son deportistas, jefes de hogar, madres, abuelas, hermanas y extraordinarios seres humanos.
En esta ocasión escribimos sobre Noemí y Zulema Maritza, ambas tienen las 5 décadas; fueron diagnosticadas de cáncer de mamas y cuentan que sintieron que “el cielo se rompió”, la angustia, la incertidumbre y el temor de lo que podría pasar. Lo que hicieron sin perder tiempo, fue informarse y tomar decisiones, quimio, radio terapias y la mastectomía; con pronósticos de no más de 5 años de vida.
Una fue diagnosticada el año 2012 y la otra en 2015, luego del impacto de recibir la noticia, decidieron que había que enfrentar la enfermedad y la actitud debía ser positiva ante el nuevo reto. Después de los tratamientos y cirugía, poco a poco retomaron sus vidas, pero con una nueva perspectiva. Ahora, miran cada amanecer como un regalo de Dios.
Concluyeron cosas que tenían pendientes e iniciaron nuevos proyectos. Noemí fue jugadora de voleibol cuando era estudiante y luego de la pandemia forma parte de PINK WARRIORS, Remadora de Sobreviviente de Cáncer, grupo en Panamá de Bote Dragón que inició en mayo de 2019, cuyo objetivo es promover y desarrollar el deporte recreativo, para acompañar en la recuperación a mujeres que han padecido esta enfermedad.
En junio de 2022 hay otra competencia y en 2023 nuestro país será sede de los Panamericanos. Noemí es parte de esta historia; por otro lado, Zulema Maritza es corredora y participa de la escuela de Atletismo Alfredo Minuto Canesa, ella dice: “correr es mi pasión”, y participa en competencias a nivel local e internacional.
Esta “guerrera de la vida” disfruta cada momento, aprovechando al máximo la presencia de Adriana Victoria, su nieta recién llagada; conociendo y viviendo ese sentimiento de abuela que es extraordinario.
Agradecemos a ambas, por su testimonio de vida y por enseñarnos a valorar aún más lo que tenemos.
En junio de 2022 hay otra competencia y en 2023 nuestro país será sede de los Panamericanos.