Como mejorar el desfile de Las Mil Polleras
Tengo varios años participando en la versión tableña del Desfile de las Mil Polleras por lo cual concuerdo con las voces que se alzan para hacer algunos cambios para mejorar.
Aunque comience a la hora, el desfile es demasiado largo ya que el promedio es de 100 delegaciones; este año finalizó tipo 11 de la noche lo cual no es justo ni seguro para las participantes que portan, algunas, joyas muy valiosas. Las ultimas agrupaciones se deslucen y su esfuerzo económico es en vano. La solución es que no participen delegaciones institucionales, es decir del Gobierno presente ni de los que vendrán. Los únicos ministerios que deberían participar, por sus funciones, serían el Ministerio de Turismo, el de Educación y el de Cultura, los demás sobran.
Otra forma de agilizar el desfile para que todos podamos disfrutarlo es eliminando los carros alegóricos, sin excepción. El desfile es para exaltar nuestras vestimentas no un carnaval. Las polleras deben ser acompañadas por tamboritos y tal vez, por una que otra murga… nada más.
En cuanto a las vestimentas entre enjaretados en negro y peinetas verticales tristemente destaco una pollera color caqui hecha como si fuera una nagua. Ni hablar de la terrible moda de las camisillas masculinas a las que solo les falta una arandela trabajada para ser una vestimenta femenina.
Mantener las delegaciones Congo y originarias con su propia música me parece correcto e inclusivo, pero jamás permitir vestimentas inventadas o con tela de ruchas de tarima, las cuales la Ley 11 del 22 de febrero del 2011 prohíben introducir al país, pero como dice el refrán “hecha la Ley, hecha la trampa” ahora las imprimen localmente.
…¡y que ni se les ocurra hacer cambalache de carros alegóricos por carretas que ninguna empollerada quiere pisar caca!