Mina, economía y ética
Desde la publicación del fallo de la Corte Suprema hay una estrategia de suavizar dos elementos de la relación Mina / Estado panameño. Estos elementos son la incidencia de la desproporción de lo que deja la mina directamente en Panamá que hoy es 2%, en un limbo porque el contrato fue declarado inconstitucional y el otro elemento es el la afectación al medioambiente de la actividad extractiva.
Para nadie es desconocido que minería metálica a cielo abierto es factor degradante del medioambiente. Esto, los que están a favor de la mina lo atenúan diciendo que más de 5 mil empleos directos y más de 30 mil indirectos son una garrocha para desarrollar Panamá.
Antes de ayer, la principal empresa analista de la economía dio conferencia donde dijo que solo iba a considerar lo económico más no otras aristas de la relación Mina-país. Usó argumentos para sembrar en la opinión pública que la mina contribuye en 5% al PIB (producto interno bruto) por la generación de empleos y compra a proveedores.
Pero en toda actividad humana, hay un elemento ético. El que en este caso sobrepasa el derrame económico. Lo que se extrae es de Panamá y poco toca a Panamá. De 2021 solo tocó al Estado algo como 50 millones mientras la Minera se llevó más de 2 mil millones. Para nivelar esta participación, para Panamá, en vez de 2% podría estar entre 40 a 50%, no 12 a 16% como el gran Nito “cándidamente” anunció hace un año. Pero se obvia que esta generación, creyendo que se está haciendo el gran negocio, le falla éticamente a las próximas generaciones, al dejarle un territorio degradado por la contaminación. Será por eso que el vocero de Indesa no comentó nada de esto?
Otra pregunta: ¿sería ético que Panamá se convirtiera en un prostíbulo de canto a canto para ganar dinero con turismo sexual o es éticamente contrario al interés y moral nacional aunque generen dineros?
Malos gobiernos desde 1997 nos han metido a donde estamos. Ahora solo cabe salir de esa situación negociando con la Minera en reconvertir la actividad a una potable y desmantelar la actividad extractiva.
Creo viene otra traición…