La dignidad no viene en envases pequeños
La
dignidad es tan grande como tus principios y valores. Se tiene o se carece de ella, la dignidad te arropa como el aura. Quizás el escudo de muchos políticos es la falta de dignidad, por ello la demagogia y el engaño permanente. Así logran cada quinquenio la reelección.
Acompañada de esa demagogia viene la ausencia o falta de justicia. Solo a los pobres se les investiga, sanciona y castiga físicamente (van presos). Sin dignidad no hay respeto, aún con compromisos escritos y firmados, tal es el caso de los políticos de reconocidos partidos.
Obviamente la honradez está en veremos y las leyes las utilizan como papel de desecho, de ahí, la falta de todos los valores, sin embargo una población generalmente pobre, clientelista e inconsciente, apoya a candidatos con voces de mercenarios.
Por otra parte la interpretación de las leyes, hasta de la Constitución Nacional, viene mareando hasta a presuntos maestros y cuando tienen facultades legales de actuar, incluso de oficio, vuelven la mirada para la parte opuesta a la Ley.
La población espera el actuar del Tribunal Electoral, la Fiscalía
Electoral y la Procuraduría General de la Nación, por cuanto aún cuando ya hay sentencia en firme, se sigue intercambiando el balón y desconocemos si es futbol, volibol o lucha libre.
Al Tribunal Electoral, a partir de 1990, se le consideró como la institución más prístina, casi inmaculada, no obstante con el tiempo está siendo cuestionada por su dejar hacer, dejar pasar y esto relaja la democracia, mucho más por lo próximo del torneo electoral.
Es conocido que las candidaturas presidenciales de colectivos políticos surgen productos de elecciones primarias internas en sus colectivos. Que las candidaturas no son heredables, puestas o marcadas con el dedo por el candidato presidencial que ha sido escogido. Más el Tribunal Electoral omite información, que conozcamos, al respecto.
Incluso suspendió el primer debate nacional. La candidata presidencial por la libre postulación Maribel Gordón se manifestó contra esa determinación y ahora el Tribunal Electoral anunció la nueva fecha. Dios te salve, Panamá.
“Las candidaturas no son heredables, puestas o marcadas con el dedo por el candidato presidencial.”