Sexo tántrico: hacer el amor a otro ritmo
El
sexo tántrico es una manera elevada de entender el sexo, en el que se juntan espiritualidad, amor y placer. Se trata de dar una visión holística a las relaciones sexuales en la que se goza y se celebra el placer por el placer sin ningún fin en sí mismo. Esto significa que el orgasmo no es el fin del sexo tántrico, sino que el fin es simplemente el placer.
Existen una serie de máximas que hacen al sexo tántrico tan especial, entre ellas está que la energía sexual debe acumularse para así resultar más placentera, es decir, la abstinencia sexual hace que acumulemos energía sexual y que el sexo sea mejor. En el sexo tántrico, los preparativos, el olor, el tacto, el gusto y la vista juegan cada uno su papel. Se trata de disfrutar con los cinco sentidos, por tanto, un ambiente agradable, un olor evocador, un masaje relajante, el sabor agradable de un alimento afrodisiaco y una habitación con luz suave, ordenada y con colores relajantes influirán en el ritual del goce y el placer.
Las miradas amorosas son necesarias para llegar al alma de nuestra pareja, así que en el sexo tántrico debe mirarse profundamente al otro sin cerrar los ojos para transmitir con nuestra mirada todo el amor que nos profesamos. La respiración juega también un papel importante, debe ser consciente, acompasada y tranquila, acelerándose con el nivel de excitación, pero siempre consciente. Escuchar el corazón de la otra persona mientras se acelera y que él/ella haga lo mismo ayuda a crear una conexión muy profunda. La penetración no es lo más importante ni de lejos, para el sexo tántrico, ya que los juegos y el goce son la base de esta doctrina.
Importante
Hay muchas personas que temen mirar directamente a los ojos a otras persona, pero la mirada dice más que mil palabras.