Argentina hace pagar a Serbia con un juego alegre, movido y muy letal

Argentina probó que su proyecto en el baloncesto está fundamentado en la continuidad, la unidad y, sobre todo, la efectividad.

Jugando con el mismo equipo que se coronó campeón del torneo de baloncesto de los XVIII Juegos Panamericanos, celebrados recientemente en Lima, Perú, los argentinos dieron el golpe sobre la mesa superando a Serbia 97-87, plantándose en la llave de semifinal que le enfrentará el viernes al ganador del choque entre Estados Unidos y Francia.

Hace más de un mes, el entrenador argentino Sergio Hernández había señalado en Lima que los encuentros jugados en los Panamericanos eran “el fogueo perfecto” para tener a punto al equipo que disputaría el campeonato mundial en China.

Argentina perdió un partido en Lima, en la fase de grupos, con México en un partido donde Hernández no alineó a Luis Scola y Facundo Campazzo, pero arrolló 114-75 a un equipo estadounidense desprovisto de figuras de cartel, y luego superó 84-66 a Puerto Rico, con Scola inspirado anotando 28 puntos.

Los cinco partidos que jugó Argentina, en ruta a la medalla de oro panamericana, sirvieron para llegar al Mundial bien calibrados, y ahora, con dos importantes logros: el billete directo al baloncesto de los Juegos Olímpicos de Tokio, 2020, y haberse metido en la discusión por las medallas.

Un gran trabajo de Hernández está recibiendo el justo premio. Estar en la pelea por una medalla devuelve a Argentina a otro momento dorado con su baloncesto.