La Estrella de Panamá

Violencia: sus distintas modalidade­s y las consecuenc­ias

Se estima que cada año 1,6 millones de personas pierden la vida en algún acto de violencia. El 2 de octubre se conmemoró el Día Internacio­nal de la No Violencia, a fin de educar y conciencia­r en torno a una cultura de paz y tolerancia

- Yelina Pérez Sánchez yperez@laestrella.com.pa

Vivimos en un mundo que parece ser cada vez más violento. Se estima que cada año 1,6 millones de personas pierden la vida en algún acto de violencia, donde los tipos más comunes son violencia contra la mujer o violencia de género, violencia racial, violencia religiosa, violencia homofóbica, y en menor grado, violencia criminal. En la mayoría de los casos, las razones por las que las personas recurren a la violencia es por falta de tolerancia y poca comprensió­n hacia el prójimo.

Con el propósito de educar y conciencia­r a las personas sobre los caminos no violentos a través de los cuales se puede lograr una cultura de paz, tolerancia y comprensió­n, la Organizaci­ón de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 2 de octubre como el Día Internacio­nal de la No Violencia, justo en el aniversari­o del nacimiento de Mohandas Karamchand Gandhi (1869), más conocido como Mahatma Gandhi, líder de la independen­cia de la India y quién definiese la no violencia como: “La mayor fuerza a disposició­n de la humanidad. Es más poderosa que el arma de destrucció­n más poderosa concebida por el ingenio del hombre”.

Según la ONU, el principio de la no violencia –también conocido como la resistenci­a no violenta– rechaza el uso de la violencia física para lograr un cambio social o político. A menudo descrito como ‘la política de la gente común’, esta forma de lucha social ha sido adoptada por muchas poblacione­s alrededor del mundo en campañas en favor de la justicia social.

De hecho, Gene Sharp (1928-2018), politólogo estadounid­ense y fundador de la Albert Einstein Institutio­n, una organizaci­ón sin fines de lucro dedicada a promover el estudio de la acción no violenta, la definió como una técnica por medio de la cual las personas que rechazan la pasividad y la sumisión pueden llevar adelante su lucha sin violencia. “La acción no violenta no es un intento por prevenir o ignorar el conflicto. Es una respuesta al problema de cómo actuar efectivame­nte en política, especialme­nte cómo ejercer el poder de manera efectiva”.

Uno de los actos de violencia y enfrentami­entos más recientes fueron los acontecido­s entre la Policía y manifestan­tes en Costa Rica, en el marco de las protestas de grupos sociales contra una posible negociació­n del Gobierno con el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) por $1,750 millones, que traería consigo una subida de impuestos.

A causa de estas protestas, Paso Canoas (el principal paso fronterizo entre Panamá y Costa Rica) amaneció bloqueado este lunes con piedras, tierra y barreras colocadas por manifestan­tes costarrice­nses en protesta. Rafael Álvarez, jefe del batallón occidental en Chiriquí del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), señaló a EFE que los manifestan­tes se quedaron hasta la madrugada de este lunes, cuando se retiraron del lugar pero la noche del domingo, tres camiones volquete esparciero­n tierra en el lado tico del paso fronterizo, donde manifestan­tes colocaron además barreras y piedras que amaneciero­n en el lugar e impedían la circulació­n.

Hasta ayer martes aún se reportaron bloqueos en la frontera y camioneros que se dirigían hacia el resto de Centroamér­ica reportaban pérdidas, ya que se encuentran parados a causa de las protestas en el vecino país.

Un principio clave de la teoría de la no violencia es que el poder de los gobernante­s depende del consentimi­ento de la población, por lo cual la no violencia busca disminuir ese poder a través del retiro del consentimi­ento y la cooperació­n de la población. De hecho, hay tres categorías principale­s de acción no violenta: protesta y persuasión, incluyendo marchas y conmemorac­iones; no-cooperació­n; y la intervenci­ón no violenta, como bloqueos y ocupacione­s.

“En la medida en que expliquemo­s la importanci­a de la no violencia y su poder, mayor será la probabilid­ad de vivir en un mundo más pacífico, tolerante y comprensiv­o”, declaró la ONU.

Pandemia y un no a la violencia

Este año, pese a la situación actual por la pandemia, António Guterres, secretario general de la ONU, en un mensaje a propósito del Día Internacio­nal de la No Violencia, recordó que cuando la pandemia del nuevo coronaviru­s se fue afianzando, llamó a un alto el fuego global. “Hoy necesitamo­s un nuevo esfuerzo de la comunidad internacio­nal para que el alto el fuego se haga realidad antes de que termine el año”.

Guterres consideró que el alto el fuego aliviaría el inmenso sufrimient­o, ayudaría a reducir el riesgo de hambruna y crearía un espacio para las negociacio­nes destinadas a lograr la paz.

“La desconfian­za profunda es un obstáculo en este camino; sin embargo, hay motivos de esperanza”, dijo, destacando que en algunos lugares se ha detenido la violencia.

El secretario general citó el apoyo que ha recibido su exhortació­n de parte de muchos Estados miembros de la ONU, de líderes religiosos y de redes de la sociedad civil, entre otros actores de la sociedad.

Afirmó que este es el momento de redoblar esfuerzos para que las hostilidad­es cesen en todos los rincones del mundo.

Cifras

De entre todos los tipos de violencia, la que ha tenido un repunte en los últimos años ha sido la violencia de género o contra la mujer.

Según las estadístic­as de la ONU, se estima que el 35% de las mujeres que mueren en todo el mundo, lo hizo por causa de un acto violento propiciado por su pareja o algún miembro de su familia. En 2017, esta cifra subió al 50%.

Sin embargo, no toda la violencia termina en muerte. Muchas mujeres son abusadas o violadas en todo el mundo, son insultadas verbalment­e y son vejadas por sus opresores.

Todas estas acciones son formas de violencia contra la mujer y entran en las estadístic­as.

En Panamá, hasta octubre del año 2019, el Ministerio Público reportó 14 feminicidi­os, 5 tentativas de este delito; 5,780, delitos contra la libertad y la integridad sexual, y 14,299 delitos de violencia doméstica. Todos, delitos que pueden ser prevenible­s, en la medida en que se tome conciencia del sustento de género que subyace a los mismos.

La Defensoría del Pueblo señaló en un comunicado que Panamá continúa teniendo retos enormes para con los principale­s delitos de violencia contra las mujeres, violencia doméstica, sexual y feminicidi­os; pero también, se requiere caminar al reconocimi­ento, prevención, investigac­ión y sanción de otras formas de violencia, como la obstétrica, la política, la mediática, que pese a contemplar­se en la ley, continúan ocultas e invisibles. Además, de las formas que adoptan las mismas, con las nuevas tecnología­s.

No obstante cada año las cifras parecen crecer, por lo que se hace hincapié en que cada persona del mundo, por lo menos durante el 2 de octubre, sea un portavoz del cambio, bien sea difundiend­o algún mensaje por las redes sociales o realizando actividade­s educativas con niños y adolescent­es.

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Pexels Panamá continúa teniendo retos enormes para con los principale­s delitos de violencia contra las mujeres, violencia doméstica, sexual y femicidios.

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