La Estrella de Panamá

Polémica por proyecto de ley sobre sistema bancario se agudiza

La Comisión de Comercio de la Asamblea Nacional hizo una consulta sobre el proyecto de ley que introduce nuevas regulacion­es al sistema bancario; la Asociación Bancaria y economista­s advierten de los riesgos

- Adelita Coriat acoriat@laestrella.com.pa

(Hay) algunas iniciativa­s acompañada­s de un injusto y peligroso discurso que ataca y descalific­a a los bancos, y eso es peligroso para la confianza pública” CARLOS BERGUIDO ASOCIACIÓN BANCARIA DE PANAMÁ

Iniciativa­s legislativ­as intentan poner topes a los intereses bancarios; además, buscan regular los subsidios que supuestame­nte reciben los bancos por el Feci y préstamos preferenci­ales. La banca considera que se trata de temas técnicos, cuyas posibles modificaci­ones inconsulta­s pueden generar nerviosism­o en los depositant­es

Un choque de trenes se percibe entre los diputados de la Asamblea Nacional que buscan hacer cambios en la ley bancaria, y los actores de la actividad agrupados en la Asociación Bancaria, y el regulador, la Superinten­dencia de Bancos.

Ayer se realizó una consulta en la Comisión de Comercio, donde se discutiero­n algunos proyectos de ley que impulsa la diputada Zulay Rodríguez.

Uno de ellos es el anteproyec­to 085 por el cual se modifica el Código Penal y establece un marco regulatori­o de control a las tasas de interés fijadas a todas las modalidade­s de préstamos y créditos otorgados por bancos, empresas financiera­s y tarjetas de crédito. El segundo correspond­e al anteproyec­to 390, por el cual se dictan medidas financiera­s para contrarres­tar los efectos económicos de la pandemia causada por la covid-19.

La preocupaci­ón principal que emana de los entendidos en el tema, es que los diputados poco conocen de un tema que es de carácter sumamente técnico, como el de la banca, y asumen que mediante la regulación de la actividad, como las tasas de interés en los préstamos, van a contar con la simpatía del pueblo, cuando en realidad “hacen las cosas de manera improvisad­a”, señala el economista Carlos Estrada.

“Los proyectos de ley son populistas, los que no saben de economía no pueden hacer análisis críticos sobre la producción del país. El que no entiende economía, mucho menos entiende la actividad bancaria”, aseveró Estrada.

¿Por qué no llaman a los expertos?, se pregunta el economista, y al mismo tiempo responde que los diputados “quieren llevarse el mérito, pero en realidad están haciendo un ridículo con iniciativa­s que no responden a la realidad del país”.

Carlos Berguido, directivo de la Asociación Panameña de Bancos, confiesa que “algunas iniciativa­s legislativ­as acompañada­s en casos puntuales de un injusto y peligroso discurso, ataca y descalific­a a los bancos y al sector financiero. Eso es peligroso para la confianza pública sobre la que se sustenta la viabilidad del sector bancario y financiero.

Iniciativa­s legislativ­as intentan poner topes a los intereses bancarios, además buscan regular los subsidios que supuestame­nte reciben los bancos por el Feci y préstamos preferenci­ales; la banca advierte de que se trata de temas técnicos, cuyas posibles modificaci­ones inconsulta­s pueden generar nerviosism­o en los depositant­es.

En la exposición de motivos del 085, la diputada sustenta dicho proyecto con la finalidad de que el costo del dinero dado en préstamos o facilidade­s crediticia­s sean bajo parámetros de valores justos, de acuerdo con la realidad económica y financiera del país fuertement­e golpeada por la pandemia del SARS-COV-2.

Propone, por tanto, una serie de artículos que a juicio de los protagonis­tas de la actividad bancaria, interviene­n en la libre oferta y demanda de un sistema que funciona desde 1970, y que es uno de los pilares que sostienen la economía de Panamá.

En el mencionado proyecto de ley se pretende poner un tope de 1,25% mensual, como tasa efectiva máxima de interés (ver en la gráfica los artículos del anteproyec­to).

Esto ha encendido el debate con los banqueros. Estrada añade que “no debe existir imposición sobre la actividad bancaria, porque de lo contrario, entraríamo­s en una economía totalitari­a, como ocurre en Venezuela y Cuba; cualquier intento de restriccio­nes fracasa”, asevera.

El proyecto de ley justifica los topes de intereses bancarios apelando a que los panameños puedan “pagar un precio justo por el valor del dinero otorgado en las diferentes modalidade­s de crédito y financiami­ento, lo que traerá a la postre que los mismos puedan consumir más bienes y servicios en el mercado y así mover la economía, lo que a la postre genera puestos de trabajo e ingresos tributario­s para la Hacienda Pública”, se lee en el texto.

Por ahora, el regulador no ha emitido opinión oficial. Amauri Castillo, superinten­dente de la Banca, está citado a la Asamblea para que responda un cuestionar­io de 19 preguntas, en su mayoría relativas al manejo bancario actual en medio de la pandemia de covid-19.

Berguido recuerda que el primer regulador que existe en el país no es la Superinten­dencia Bancaria, sino el mismo usuario que tiene la posibilida­d de comparar ofertas entre los 40 bancos que compiten en la plaza.

“Es la manera de controlar una tarjeta de crédito; escoger el producto bien. Hay algunas que van desde el 6% de interés, hasta el 24%. Lo que pasa es que muchos escogen una tarjeta de crédito que tiene otros beneficios, y eso cuesta”, explica Berguido.

La Estrella de Panamá

conversó brevemente con la diputada Rodríguez, quien se encontraba en la reunión virtual de la Comisión de Comercio, y mencionó también la supuesta disparidad entre las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos y las que reflejan los bancos panameños al momento de extender un préstamo. De acuerdo con la diputada, los bancos panameños toman de referencia los márgenes de la Reserva Federal, y cuando estos bajan los intereses, el beneficio no se refleja del mismo modo en los préstamos bancarios del patio.

No obstante, para los banqueros estas son dos cosas muy distintas.

La tasa de la Reserva Federal, conocida como la FED, que en este momento tiene intereses en cero, explica Berguido, es una tasa que cobran los bancos entre sí por un periodo de interés de un día. Lo que en inglés se conoce como un ‘overnight’. Su uso es interbanca­rio porque al final de cada día, todos los bancos que forman parte de la Reserva Federal, que en Panamá no hay ninguno, tienen que cumplir con un requisito de liquidez. Por diversas razones hay bancos que no llegan al nivel requerido, pero otros tienen excedente de liquidez, y se prestan dinero entre sí para cubrir el fondo deficitari­o, es un préstamo de 24 horas. Esa es la tasa que cuestionó la diputada, no obstante, el sector defiende que es diferente a la tasa que los bancos prestan al público.

El segundo proyecto de ley que impulsa Rodríguez, en colaboraci­ón con 45 colegas, dicta medidas económicas y financiera­s para contrarres­tar los efectos de la pandemia. Un documento extenso de más de 80 páginas que contempla varios puntos, entre ellos algunos concernien­tes a préstamos que otorga la banca.

En dicho anteproyec­to se suspende por un periodo prorrogabl­e de 90 días “la sobretasa del Fondo Especial de Compensaci­ón de Intereses (Feci), por todos aquellos préstamos comerciale­s”.

Rodríguez habla de subsidios que reciben los bancos. Enumeró a este diario uno de “régimen de préstamos preferenci­ales y otro que reciben los bancos del régimen del Feci”.

Dijo a este medio que el Feci es “un subsidio del gobierno a los bancos, pagado con el dinero de los contribuye­ntes”. Además, cuestionó la transparen­cia en el ejercicio bancario, en los márgenes de ganancia de los bancos.

Al respecto, este medio investigó en qué consiste el renglón del Feci que interviene en los préstamos bancarios y los intereses preferenci­ales que se tramitan a través de la banca.

El último se trata de un subsidio que se da al prestatari­o, es decir, un cliente que obtiene la vivienda, según los requisitos de la Ley 3 del 20 de mayo de 1985, que establece el régimen de interés preferenci­al para las viviendas, que se le da al cliente al adquirir el inmueble.

En ese esquema, dependiend­o del valor de la casa, mientras más bajo se tiene derecho a que subsidien la tasa hasta un 4% o 5%. Es decir, el gobierno subsidia la tasa al comprador, los bancos normalment­e cobrarían una tasa comercial de casi 6%, pero como el gobierno subsidia el interés, el banco baja la tasa de interés porque cuenta con el subsidio del gobierno.

En palabras comunes, es un régimen que se le brinda a la familia para acceder al crédito y adquirir la primera vivienda.

El segundo subsidio que refiere al tema de los bancos es el del Feci, que está dirigido a los préstamos agropecuar­ios calificado­s que tramitan los productore­s. “No es para que el banco se beneficie, sino para los préstamos agropecuar­ios. Es un subsidio al productor o cliente interesado en préstamos agropecuar­ios”, indicó una fuente del ramo.

La Asociación Bancaria emitió un comunicado reciente en el que busca tener reuniones de trabajo serenas y bien informadas sobre las implicacio­nes positivas y negativas que pueden tener dicho proyectos para el país y la estabilida­d financiera.

“Lo que no es correcto es tomar iniciativa­s legislativ­as, impulsarla­s en debates apasionado­s sin siquiera haber pasado por un proceso de estudio, de evaluación, de los beneficios y consecuenc­ias buenas o malas que pueda tener”, agregó el directivo de la Asociación Bancaria.

El sector bancario y financiero del país es uno de los cinco pilares de la economía, que aporta el 25% del PIB anual.

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Archivo I La Estrella de Panamá El sector bancario ha sido una de las fortalezas del país.

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