La tecnología, al servicio del arte y la historia
Como empresa Virtualart Pty ha realizado muy diversos trabajos de diseño gráfico, sin embargo, este es el de mayor complejidad. “Hemos utilizado 10 programas diferentes para obtener el resultado final”, confirma Benítez. Además de gráficos en 3D y 2D,el proyecto incluye video, diseño editorial, y diseño y desarrollo web de 360°. Tanto fotos como videos se pueden observar de forma separada y con su respectiva información de referencia y crédito fotográfico. Toda la iconografía que ofrece la señalización a los visitantes de la muestra fue creada especialmente para la galería, así como cada detalle de color, e incluso temperatura de luz de la sala de exhibiciones.
“Las galerías han estado cerradas muchísimo tiempo (…) esa esperanza de volver a tener contacto con el arte, con la cultura es muy difícil. Y la realidad virtual te da esa oportunidad”, asegura Mónica Martín.
“Las oportunidades y las posibilidades que ofrece son inmensas, no hemos llegado ni a la mínima parte de lo que se puede hacer utilizando estas herramientas. A la hora de crear contenido, a la hora de contactar con público de todas partes del mundo, ya no tienes barreras físicas. Es libre para que lo vea cualquiera, a cualquier hora, en cualquier día”,
Tanto para Benítez, diseñador, como para Martín, directora de la empresa, este proyecto les ha ofrecido múltiples oportunidades. No solo por desarrollar un proyecto que dará a conocer la capacidad de su empresa, sino por lo que este les ha aportado como personas.
“No es solo hacerlo, es conocer un poco más sobre la historia y la cultura de Panamá, de los fotógrafos, el hecho de
Pérez Parrado.
Pero prefirió ofrecer al público una muestra limitada que despertara el interés en buscar más, en lugar de abrumarlo con una gran cantidad de archivos.
Nuestros fotógrafos
“Lo que sí le interesaba expresamente a Pérez Parrado es que hubiera material de fotógrafos panameños porque “es importante que a los fotoperiodistas y fotoreporteros de la época se les dé la connotación y reconocimiento que su obra merece en esa etapa”, afirma.
El veranillo democrático luego de la firma de los tratados Torrijos Carter generó un conectarnos, solo eso ha hecho que me encante”, dice Benítez. Él y Martín, son cubanos y residen en Panamá desde hace unos cuatro años.
“Cada vez que nosotros vamos a hacer un proyecto, como fue en el caso del Cerro Ancón, de la Cinta Costera, nosotros nos informamos y eso es parte de lo que nos gusta de ese tipo proyecto, eso es algo que yo hubiera querido hacer en mi país y ya que no podemos, lo hacemos aquí”, agrega. Martín Villaescusa, como profesora de formación que es, vela porque cada proyecto que realicen tenga la posibilidad de ser utilizado como un proyecto educativo. “Lo veo con mi hija cuando estudia historia de Panamá, cada vez que busca información está dispersa, apenas hay imágenes, se hace muy difícil tanto para los nacionales como para el que llega, acceder a la historia. Por eso buscamos que lo que hacemos sea utilizado como una herramienta educativa, que tenga un valor”, comenta.
“Afuera hay muchos mitos sobre Panamá, se sabe que hubo una guerra y los americanos estuvieron allí, pero gran interés en los medios locales ya establecidos, los nuevos y, por supuesto, las grandes agencias internacionales de noticias. De Panamá, las agencias de noticias y cadenas internacionales requerían información diaria tanto en textos como imágenes y videos.
Pero otra realidad es que también hubo cierre de medios y censura. De algunos hechos hay poca documentación porque los censores dieron orden de destruir el material. Y en otra situación, los fotógrafos no han mantenido copia de su trabajo pues pertenecía al medio para el que laboraban y en algunos casos, no se han conservado o archivado correctamente.
“Este proyecto viene a saldar esa deuda de relación y comunicación entre la agencia de prensa, el fotógrafo y la sociedad. Allí hay un valor muy grande en el proyecto”, asegura Pérez. “Es el primer proyecto que logra reunificar el fotoperiodismo con una propuesta de exhibición de esta magnitud”, agrega.
Memoria visual
¿qué sucedió? ¿qué motivó esos hechos? ¿qué eventos históricos dieron pie? ¿qué ocurrió después? Fuera de Panamá muchas personas no lo conocen.
No solo es rescatar la historia par los panameños sino para el mundo”, establece Benítez,
Otro elemento que puede resultar de gran beneficio es el evidenciar los variados y novedosos usos de la tecnología.
Investigando sobre los usos de tecnologías en el diseño, Benítez se percató de lo poco utilizada que es este tipo de tecnologías, situación que se evidencia en las carreras de diseño. “Es una pena que el alcance tecnológico no esté más difundido, sería bueno que se utilizaran este tipo de tecnologías, teniendo Panamá una mucho mejor conectividad que otros países de la región. Sería muy bueno que se desarrollaran proyectos de ese tipo. Hay capacidad, yo pienso que hay conocimiento para hacer este tipo de proyectos no es que tampoco se necesite una millonada. Es cosa más de voluntad”, declara.
Otro logro de la exhibición es que conecta con la memoria visual del país de forma muy específica, objetivo primordial del proyecto. “Recibí un correo de una persona que me dijo ‘yo estaba allí”, señala la curadora.
Y así como hay personas que han revivido estas situaciones que ocurrieron hace más de 30 años, nuevas generaciones también se han interesado por conocer más detalles de esta etapa de nuestra historia. “He recibido unos 200 correos. La gente se está inscribiendo en los conversartorios que hemos organizado y hay gente de todas las edades, jóvenes, gente mayor, eso es un logro y creo que hacía falta mover un poco el piso con este tema, pero sin ofender”. De acuerdo con Pérez, hasta el momento, la respuesta ha sido muy buena.
El proyecto va a estar disponible en su formato virtual por un año como mínimo. Se van a realizar cuatro conversatorios en los que participarán todos los involucrados en la exhibición y se proyecta, a lo largo de este año, realizar diferentes tipos de actividades e incorporar nuevas imágenes al sitio web.
“Quisiera que las escuelas la visiten, los estudiantes pasen, nuestro objetivo no es ir contra nadie, es narrar una parte de la historia que en mi opinión tiene muchas caras, muchas interpretaciones y se necesita saldar, sanar y superar, para estar unidos y que el país mejore”, puntualiza.
Panamá y sus archivos fotográficos
“Conozco ya a Panamá y la conozco a través de mi propio acercamiento, mi propia curiosidad. Y eso me enorgullece mucho. Quiero mucho a Panamá y por eso soy muy crítica con Panamá”. Con estas palabras Pérez Parrado empieza a expresarse sobre la situación de los archivos y colecciones fotográficas locales. “Cuando empecé a investigar, uno de los grandes descubrimientos para mí es que más del 70% (un cálculo personal) de las colecciones están en manos privadas y eso me asombró mucho. Ver cómo hay poca colección a disposición de la población”, comenta.
Y con el hecho de que las colecciones estén en manos privadas, para desarrollar un proyecto de estas características, corresponde tocar puerta por puerta. “Vas contactando y de repente alguien no te quiere dar la foto… entonces dependes de las relaciones humanas. Y eso es un peligro. Porque ninguna historia de un país, en mi opinión, o ningún fondo o archivo fotográfico de esta magnitud debe depender de los intereses personales sino de todos los intereses públicos y sociales”, argumenta.
“Pienso que el Ministerio de Cultura tiene que hacer más por la fotografía, hay que ser más solidarios con la fotografía. Yo espero que este proyecto ayude a visualizar la importancia que tiene la fotografía para este país. Porque hoy fue 1980-90, mañana es el siglo XIX, yo estoy llevando ahora la colección de la Fototeca de Panamá y lo que vemos del siglo XIX es extraordinario. Y no recibimos ni un solo peso gubernamental, porque no hay un fondo para la fotografía. Habría que establecer un fondo, al menos uno al año”.
La curadora agradece el trabajo que a su juicio ha estado haciendo bien la Biblioteca Nacional, en cuanto a la digitalización de sus archivos. “Allí tú encuentras una digitalización de archivos que es muy interesante, de periódicos sobre todo, de fotografías hay muy pocas, pero tienen”, sostiene.
“Los archivos están, lo que hace falta es una institución o alguien que los organice”, asevera. “Si tomamos como base todas las colecciones privadas que se mencionan en el proyecto, ya es una partida, hay como 10 colecciones, vamos a tocar puertas y ver. Y te puedo decir que me parece que habrá mucho material por redescubrir”.
Y el tiempo y el clima tropical húmedo de Panamá conspiran contra este propósito.
“Teresita me dijo que ella su colección piensa donarla a la Biblioteca Nacional, espero que otras personas que tengan colecciones también lo hagan, porque mejor que se aproveche colectivamente y no terminen deterioradas en el fondo de un armario. Hay tantas cosas por allí escondidas...”, adivina.
Para Benítez esta exhibición es como un regalo porque la licencia es de distribución libre, cualquiera puede entrar verla, incluso descargar el catálogo en versión pdf. Lo que no se puede hacer es descargar las fotografías desde el sitio web, pues se deben respetar los derechos de autor y propietarios de las imágenes. La tecnología ha hecho que nuevas generaciones se acerquen a este período de historia reciente que desconocen.
“De todo esto me llevo que todavía hay muchas cosas por contar. Y no las hemos contado antes no por falta de material sino por falta de unidad”, concluye Pérez Parrado