Nuevos créditos registraron baja de 40% y depósitos crecen 8,1% en 2020
La banca, el principal proveedor de recursos de capital a la economía, se enfrentó a un entorno complejo en 2020 y para este año los riesgos macroeconómicos seguirán latentes
Vivimos tiempos inéditos, con un sistema enfrascado en ganarle la partida a un virus que ha trastocado el diario vivir de la población y que, por ende, tiró por la borda toda predicción o pronóstico de crecimiento.
La banca, el principal proveedor de recursos de capital a la economía, se enfrentó a un entorno complejo en 2020 y para este año los riesgos macroeconómicos seguirán latentes.
Los créditos nuevos que los bancos otorgan a los distintos sectores ascendieron a $15 mil 671 millones el año pasado, lo que significa una caída del 40% con respecto a 2019, cuando estos préstamos sumaron $26 mil 310 millones. Los meses de abril y mayo presentaron mayor afectación, de alrededor de 62% y 73%, respectivamente.
Los datos los compartió el superintendente de Bancos de Panamá, Amauri Castillo, en el evento denominado “Desempeño del sector bancario 2020 en un entorno impactado por la pandemia” en el que hizo referencia a la afectación económica (-17,9% del PIB), el aumento de la tasa de desempleo (18,5%) y el crecimiento de la informalidad (52,8%), a causa de la pandemia de la covid-19.
A partir de septiembre 2020 se presentó un repunte en los desembolsos, los cuales se correlacionan al comienzo de la apertura de las distintas actividades económicas afectadas por las medidas de confinamiento. Este incremento continuó en noviembre y diciembre, lo que Castillo atribuyó, en gran parte, al crecimiento de los nuevos financiamientos al sector público, donde se destinan recursos para el desarrollo de infraestructura impulsada por el Estado.
La mayoría de las actividades presentaron disminuciones por encima del 40%. Los sectores más afectados fueron: construcción (-51%), comercio (-40%, incluyendo servicios).
Bancos deben reforzar su capitalización
Para el economista Olmedo Estrada, los resultados bancarios son un reflejo del impacto de la pandemia en todas las actividades productivas y a ello obedece la disminución importante en los créditos desembolsados por todo el sistema, así como la caída de 45% en las utilidades.
Recordó que más de un millón de operaciones de crédito se acogieron a las medidas de alivio financiero adoptadas por la Superintendencia, lo que representa que un número significativo de deudores ha renegociado los términos y condiciones de sus compromisos financieros y bancarios.
Con una cartera modificada, que representa el 43% de los créditos totales ($54,293 millones), el analista Ernesto Bazán considera que el principal reto para los bancos será reforzar su capitalización para absorber las fuertes provisiones que vendrán en 2021 y en los años siguientes.
“Ya en 2020 se evidenció una fuerte caída en resultados producto de la constitución de provisiones y en 2021 estimo que el efecto será aún más fuerte”, sostuvo
Depósitos suman $95,196 millones, un alza de 8,1%
En tanto, los depósitos totales mantuvieron una tendencia de crecimiento sostenido a lo largo del año, sumando $95,196 millones, un crecimiento de 8,1%, comparado con diciembre del año anterior.
Este comportamiento se debe, según explicó el superintendente, a los incrementos en los depósitos locales, los cuales crecieron por encima de $7 mil millones o un 12,7%, mayormente influenciado por los fondos obtenidos por el Gobierno nacional, con una variación positiva de 25%.
También influyeron los depósitos de personas y empresas, sector más importante dentro del total de depósitos locales, que representan el 75% y que se incrementaron en $3,421 millones o un 8% en términos relativos.
En cuanto al estado de resultados, el Centro Bancario reflejó una caída de alrededor de $839 millones o un 45% menos en términos relativos. Esta reducción se explica por dos factores clave:
Disminución de los ingresos por intereses, que era predecible, donde se dejan de percibir rendimientos por financiamientos de alrededor de $477 millones o 9,5% menos que en 2019, siendo los intereses de los créditos destinados a empresas los que sufrieron una mayor disminución (-14%) y banca de personas (-2%).
Una de las variables más importantes en el decrecimiento del nivel de ganancias fue el incremento (89%) por provisiones de operaciones riesgosas. Este incremento se relaciona directamente con el ajuste de los modelos de pérdida esperada que establece la NIIF 9 y el acuerdo bancario 9-2020 emitido por la Superintendencia.
Panameños tenemos el desafío de reactivar la economía
El superintendente de Bancos es consciente de que los riesgos macroeconómicos podrían seguir afectando este año el sistema financiero. “Aspectos como el deterioro en la calidad de la cartera y la posible extensión de alivios financieros. Estos riesgos también podrían incidir en la sostenibilidad fiscal y la conservación del grado de inversión”.
Por ello, agregó, es más relevante que nunca contar con un sistema financiero sólido, estable y eficiente que facilite la interacción entre los distintos agentes económicos y los mercados financieros.
Sobre este punto, el economista Estrada hizo hincapié en la importancia de que Panamá mantenga el grado de inversión, porque una decisión contraria por parte de las calificadoras podría traer repercusiones al crecimiento ya que limitaría las inversiones extranjeras que ven a nuestro país como un espacio ideal de inversiones.
Por lo tanto, hizo un llamado a que los panameños enfrentemos el desafío de “reactivar la economía, atraer esas inversiones utilizando las leyes que promueven las alianzas publico-privadas, para inyectar inversiones en todos los sectores y así subir los indicadores nacionales, incluyendo los del sector bancario y financiero”.