Las millonarias ganancias de la industria cosmética y la crueldad hacia los animales
Presentamos los avances que se han efectuado en torno a esta práctica en la región. También algunas herramientas para identificar las marcas que no son libres de crueldad animal
La industria cosmética tan solo en América Latina genera al año más de $63,200 millones, según indica la revista Forbes.
Con una mirada más completa, datos de CB Insights (plataforma de análisis de negocios y base de datos global que proporciona inteligencia de mercado sobre empresas privadas y actividades de inversores), indican que en 2023 la industria cosmética generará $800,000 millones, un 50% más que en 2017, cuando la facturación alcanzó los $530,000 millones.
Detrás de estos grandes números se esconde una triste realidad, el testeo en animales dentro de la industria cosmética; una realidad cuyo dramatismo quedó en evidencia tras la reciente publicación del cortometraje de Humane Society International que tiene como personaje principal al conejo ‘Ralph’, quien a lo largo de tres minutos narra las crueldades a las que se ven sometidos los animales.
Cruelty Free Internationa –una organización que trabaja para acabar los experimentos con animales en todo el mundo– estima que anualmente más de 115 millones de animales se usan en experimentos de testeo de productos para uso humano.
“Los consumidores tenemos el derecho de saber la procedencia de los productos que adquirimos. En el caso de los cosméticos, no tienen esa información tan detallada y es necesario que conozcamos el impacto social y ambiental que tienen las cosas que adquirimos”, explica Alida Spadafora, consultora ambiental, quien agrega que “en Panamá debería prohibirse la circulación de marcas que hagan pruebas con animales”.
Campañas y voces de lucha
Colombia en 2020 fue el primer país de América Latina en prohibir las pruebas de cosméticos en animales. En la actualidad hay 40 países que suprimen estas prácticas como Guatemala, Islandia, India, Israel, Reino Unido, Nueva Zelanda, Noruega, Serbia, Suiza y Turquía.
Cruelty Free International dio a conocer a través de su página web que en Estados Unidos, Virginia se unió a California, Nevada e Illinois para poner fin a la venta de cosméticos probados en animales.
Esta normativa de regulación fue presentada por la senadora Jennifer Boysko y la delegada Kaye Kory y promulgada por el gobernador Ralph Northam. La ley de cosméticos humanos de Virginia prohibirá la venta después del 1 de enero de 2022 de cualquier cosmético probado en animales.
Por otra parte, la Unión Europea desde 2009 prohíbe la comercialización de productos cosméticos probados en animales.
Un video sale a la luz y genera conmoción
Una investigación liderada por Cruelty Free International mostró la presunta barbarie que soportaban animales en Vivotecnia, una instalación de prueba en Madrid, España. La empresa se encargaba de efectuar estudios de seguridad de productos para las industrias cosmética, química y agroquímica, y efectuaba el testeo con conejos, perros, ratones, monos y cerdos.
El material obtenido por una extrabajadora de la instalación, según recoge el diario El País, deja ver las irregularidades en los procedimientos llevados a cabo por el personal en la instalación de pruebas.
El video muestra a animales muertos en presencia de otros de su especie y con lesiones, un hecho que viola la legislación española y de la Unión Europea. El resultado “se resume en un informe de más de 70 páginas que está en manos de la Fiscalía de Medio Ambiente, que ha abierto una investigación”, reseña El País.
Tras la denuncia, la compañía se halla bajo investigación. El director general de Derechos de los Animales, Sergio Torres, anunció la propuesta de incluir cámaras de videovigilancia en los laboratorios de experimentación animal en España.
Cruelty Free International explica que las pruebas de toxicidad implican dosificar a los animales para ver qué cantidad de una sustancia química o fármaco se necesita para causar un daño grave, en un intento de medir qué dosis “segura” podría ser para los humanos.
La organización subraya que a los animales se les inyecta o se les obliga a ingerir o inhalar cantidades crecientes de una sustancia para medir los efectos tóxicos, esto les ocasiona hemorragias internas, dificultad respiratoria, vómitos, problemas en la piel, fiebre, entre otros.
La oenegé asegura que cada especie de animal reacciona de manera distinta a la misma sustancia y la reacción en los seres humanos puede ser totalmente diferente. “Creemos que las pruebas también son predictores poco confiables de medicamentos seguros y efectivos para los humanos”.
Compra libre de crueldad
Personas por el trato ético de los animales (PETA, por sus siglas en inglés) es una organización por los derechos de los animales. En su página web peta.org mantiene la lista de las marcas que llevan a cabo pruebas de sus productos en animales. Su última actualización fue este año.
Según PETA, algunas de las compañías dentro del listado están tomando acciones para eliminar estas prácticas.
La organización cuenta con un registro de las marcas que no realizan pruebas con animales para la comercialización de sus productos. En total son más de 300 las empresas libres de crueldad animal.
En busca de continuar promoviendo un consumo consciente y responsable, PETA tiene disponible una aplicación que permite escanear el código de barra de los productos para saber si usaron animales en sus pruebas. También hay otras apps como Cruelty Cutter, Bunny Free y Think Dirty.
Por su parte, Cruelty Free International en su página web crueltyfreeinternational.org promueve una compra libre de crueldad y aprueba los cosméticos, productos de cuidado personal y para el hogar libres de maltrato animal.
Leaping Bunny es el programa donde cientos de marcas de cosméticos, cuidado personal y hogar están aprobadas como libres de crueldad animal.
Para obtener la aprobación, las marcas deben cumplir con criterios rigurosos que se aplican globalmente y que van más allá de las leyes que rigen las pruebas con animales e incluyen auditorías independientes en curso; es así como estas compañías pueden mostrar el logotipo de Leaping Bunny en sus productos.
Cruelty Free International asevera que el 80% de sitios en el mundo aún permite el testeo en animales. En la actualidad, las pruebas con animales están siendo reemplazadas por métodos que logran prescindir de estos y son más rápidos, baratos y fiables. Y las empresas pueden utilizar ingredientes que están comprobados como seguros.