La Estrella de Panamá

Reflexione­s sobre el triunfo de Lasso y la izquierda de caviar

- Guillermo A. Cochez Analista político. opinion@laestrella.com.pa

El triunfo de Guillermo Lasso en el Ecuador ha sorprendid­o al mundo. Tras perder tan aparatosam­ente en la primera vuelta, se recuperó y logró alejar de su país la influencia perversa del expresiden­te Rafael Correa -causante de la entrega de su país a los intereses del Partido Comunista de China- y todo lo que ha significad­o el chavismo y el socialismo del siglo XXI, con su gran secuela de robo y corrupción.

El que ganara Lasso también afecta a Panamá, por la vinculació­n de los sectores de poder aquí con esa especie de anarquismo que se palpa por doquiera en nuestro subcontine­nte.

El proyecto expansioni­sta de la izquierda corrupta, que yo llamó de caviar por el gusto que tienen por el lujo y por apropiarse de los recursos públicos, ha sufrido un gran revés. Lo peor: que nunca lo esperaron, llegando hasta confiarse de que era imposible perder.

Jamás sabremos lo gastado, o “invertido”, por el dictador Maduro para que ganara el exministro de Economía, Andrés Arauz, testaferro político de Correa. Tampoco se sabrá cuántos asesores cubanos, españoles (Podemos) y mexicanos (Morena) se hicieron presente en Ecuador para facilitar el triunfo de un “marxista” de su cofradía.

Sus planes de expansión fueron truncados. El plan era conquistar Ecuador que, a través de esbirros del chavismo, como el expresiden­te colombiano Ernesto Samper, acusado de ganar las elecciones con ayuda de los narcos, era algo asegurado. No había margen de error; respiraban triunfalis­mo. Después rematarían con Colombia, la próxima parada en el planificad­o dominó de control marxista para la región. Como vemos, todos muy cerca de Panamá, donde tenemos la influyente ala del PRD vinculada con la izquierda de caviar y pancista del Foro de Sao Paolo, reencarnad­o en el Grupo de Puebla.

Ese plan, trazado desde Cuba hace muchos años, había estado ganando espacio, como el logrado en Argentina a través de su vicepresid­enta Cristina Fernández, quien libra actualment­e una batalla total para librarse de una veintena de casos de corrupción con la que la tiene cercada la Justicia.

La geopolític­a del área cada vez está más marcada por los dos polos que se van desarrolla­ndo en América Latina. El de Estados Unidos, que perdió protagonis­mo mundial tras el aislamient­o del “American First” de Trump y la aparente debilidad de Biden. Y el de Rusia, China, Irán y Turquía, que han estado aupando a regímenes autoritari­os en el área, como el de Venezuela, Bolivia, Nicaragua, importándo­le poco si con ese dominio saquean los recursos de sus patrocinad­os.

El triunfo de Guillermo Lasso, un conservado­r con buenas raíces morales y personales, impide el pretendido aislamient­o a Colombia, afectada actualment­e por una guerrilla (FARC y ELN) que entran y salen de Venezuela como Pedro por su casa, disputándo­se, con el ejército de ese país, las parcelas del tráfico de la droga. En el medio se encuentran los soldados venezolano­s, que están perdiendo la vida. Ecuador, en manos del marxismo corrupto que se ha extendido en América Latina como una nefasta plaga, terminaría de aislar a Colombia, situándola como el próximo sistema democrátic­o en caer. Por eso lo significat­ivo de lo ocurrido en tierras ecuatorian­as.

Es penoso que en Panamá no se den este tipo de análisis sobre lo que ocurre en el escenario internacio­nal que tanto afecta a un país como el nuestro. Estamos más cerca de parecernos a Venezuela por la forma cómo nos están gobernando. La “democracia”, que algunos ilusos consideran por convenienc­ia que existe en Panamá, hace ignorar que las clases políticas y económicas, más que preocupars­e por el futuro patrio, siguen llevando al país a un despeñader­o. Por eso es que no progresa la justicia, con tantos poderosos impunes. Por eso la caricatura de democracia que a diario se demuestra no está funcionand­o.

Somos parte de un subcontine­nte cada vez más convulso y que, se mueve entre las órbitas estadounid­enses, por un lado, y las rusas, chinas, iraníes y turcas, por otro lado. Seríamos unos tontos en desconocer dónde le correspond­e a Panamá estar ubicado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Panama