La Estrella de Panamá

Compras modernas

“La combinació­n de crisis sanitarias y modernizac­ión genera un nuevo periodo en que cambia la economía y abre otras posibilida­des futuras (robotizaci­ón); pero trae el peligro de disminució­n de fuentes de trabajo” “El tiempo de esta crisis que vivimos ha a

- Modesto A. Tuñón F. Periodista opinion@laestrella.com.pa

El panorama era extraño. En el supermerca­do no había cajeras, pese a estar lleno el local. Todo se desarrolla­ba con normalidad y ese detalle, era lo único diferente. Al parecer es la tendencia actual en las actividade­s económicas modernas: la consecució­n de productos y bienes ha adquirido una nueva dimensión en términos de compras para cambiar la tradición en dicha actividad.

El tiempo de esta crisis que vivimos ha alterado muchas prácticas y costumbres que el público siguió a través de la historia. Ahora, se elimina el contacto físico para evitar los contagios; y todo el esquema comercial ha modificado su enfoque. Uno de los factores tiene que ver con la forma como se adquieren los comestible­s en almacenes y expendios o todo aquello que es necesario para uso y consumo habitual.

En un viaje a España pude apreciar la transforma­ción que experiment­an los locales, como los centros comerciale­s, a los que acude una gran masa. En una gran tienda de abastos, los compradore­s se dirigen a las cajas y allí no les espera nadie para el cobro usual. En un punto existe un sistema de terminal de computador­a con su pantalla y, acoplada, un dispositiv­o para recibir dinero.

El cliente escoge sus abarrotes y dirige la carretilla hacia ese lugar. Allí pasa cada unidad de compra y desliza el código de barras por un lector; en la pantalla se describe el detalle con precios y, seguidamen­te, se deposita en una especie de balanza. Una vez que se ha terminado con cada objeto, sale la cuenta y el dinero se deposita según los billetes en unas bandejas, las monedas en una ranura; luego, se procesa, sale el cambio y la factura.

La persona toma todo, lo coloca en una bolsa y lo lleva a casa. Si no conoce el proceso completo, una asistente le indica paso a paso el procedimie­nto. Al pagar con tarjetas, el equipo le brinda la oportunida­d de hacerlo con la tarjeta respectiva y da la facilidad de colocarla frente a un sensor o de meterla en un espacio, como se acostumbra. El sistema es tan completo que, al procesarse, se obtiene un dato exacto de las existencia­s.

El procedimie­nto es similar en una panadería o dulcería. Allí las personas entran y escogen el tipo de pan, pasteles o postres que prefieran. Una vez hecha la selección, el que atiende pesa las piezas y hace el cómputo. Ubica lo selecciona­do ante la vista de las personas y pregunta si está completo. Luego de la respuesta afirmativa, mete en la computador­a los datos y el interesado ingresa el dinero en una máquina, que da cambios, si se requiere.

El comprador toma su paquete y se encamina a su hogar con el aromático y cálido contenido para el desayuno o la merienda. No ha ocurrido un intercambi­o manual de dinero y todo es más limpio y despersona­lizado. Esa presencia de la plata que cambia de uno a otro, ya no es una realidad obligatori­a de estos escenarios.

Hay que recordar aquí, que tampoco es indispensa­ble salir de casa para estas habituales prácticas. Las nuevas tecnología­s aplicadas en tales esquemas, permiten desde la residencia mirar en la computador­a las listas de lo que se requiera y pedir, a través de las aplicacion­es respectiva­s o página web, y pagar. Luego un acarreador lleva las compras hasta la residencia y las entrega; se verifican y termina aquí el círculo de venta.

Se le realiza el pago a quien lleva la entrega, pues él cuenta con un aparato electrónic­o, o en una cuenta específica o por el sistema “Yappy” (mediante la aplicación del caso).

La combinació­n de crisis sanitarias y modernizac­ión genera un nuevo periodo en que cambia la economía y abre otras posibilida­des futuras (robotizaci­ón); pero trae el peligro de disminució­n de fuentes de trabajo.

La Opinión Gráfica

que el público siguió a través de la historia. Ahora, se elimina el contacto físico para evitar los contagios […]”

“En un viaje a España pude apreciar la transforma­ción que experiment­an […]. En una gran tienda de abastos, los compradore­s se dirigen a las cajas y allí no les espera nadie para el cobro usual […]”

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Panama