La mora quirúrgica por falta de ley
La génesis de la eterna mora quirúrgica panameña, la que han tratado de solucionar nuestros gobernantes con licitaciones de infraestructura, pero sin planificación de talento humano en salud para la adecuada utilización de los tiempos de los quirófanos panameños es por falta de instrumentistas quirúrgicos.
“La verdadera democracia” se guía en la parresía (coraje para decir la verdad) y la isegoría (se funda en el derecho que tiene todo ciudadano para expresarse libremente). Decir la verdad es un acto genuinamente político. Las democracias más robustas del mundo libre se basan en co-gobernar con el pueblo y los cirujanos siempre nos manifestamos por la falta de instrumentistas y personal para optimizar los salones de operaciones. Todos conocemos un familiar o vecino que tiene su cirugía programada para más de tres meses.
Un instrumentador quirúrgico es el personal de la salud capacitado para asistir a los cirujanos durante el procedimiento quirúrgico, y se encarga de planear, organizar y aplicar sus conocimientos sobre instrumentos, equipos e insumos médicos durante la cirugía. Es el encargado de la preparación de la tecnología médica quirúrgica e insumos para cada una de las especialidades quirúrgicas programadas, así como de la esterilización de ropa quirúrgica, instrumental y dispositivos médico-quirúrgicos.
Imagínese estar en un avión donde los pilotos y copilotos son los cirujanos, los controladores aéreos son el equipo de enfermería y los instrumentistas quirúrgicos y los circulantes son los tripulantes de cabina: son los responsables de mantener el equilibrio de cabina durante el vuelo y dar soluciones a los problemas de manera rápida, oportuna y fácil a cualquiera eventualidad mientras el cirujano está operando.
El responsable legal de subir y bajar de manera segura los pasajeros de un avión son los pilotos, los encargados del despegue y aterrizaje de varios aviones al mismo tiempo de manera segura en el aeropuerto y de ayudar al avión en el radar son los controladores aéreos y lo que se está discutiendo en la actualidad en la Asamblea Nacional es el perfil académico de ingreso del que tienen que tener los instrumentadores quirúrgicos para poder trabajar en los quirófanos panameños.
En Panamá existe una realidad que no puede ser silenciada: la mora quirúrgica ( falta de cirugías inoportunas ); y el pueblo panameño está sufriendo los cánceres que no se están operando temprano o los dolores que se pueden quitar por la cirugía, porque no hay instrumentistas y circulantes para optimizar la gran cantidad de quirófanos inaugurados.
En estos momentos hay muchos aviones nuevos y grandes, muchos pilotos capacitados para los mismos y lo que falta para poner en marcha toda esa infraestructura es que están exigiendo que los tripulantes de cabina tienen que haberse graduado como controladores aéreos. Paradójico que se reserve un trabajo asistencial como exclusivo, causando un monopolio técnico del Estado.
La formación de los instrumentadores quirúrgicos se estructuró inicialmente en nivel técnico y frente a los cambios vertiginosos de la cirugía en las últimas décadas, por el desarrollo de las tecnologías, esta formación evolucionó a nivel tecnológico; a la que el Estado panameño debe regular su ejercicio. Los instrumentadores asumían responsabilidades con conocimientos acordes a su momento histórico y en estos momentos de la medicina panameña, están en la capacidad de que el Estado proteja, regule su formación profesional y su ejercicio.
La licencia es más que una formalidad que otorga la autoridad para ejercer una profesión, y en el caso de la instrumentación, es el cirujano durante el acto quirúrgico el que observa las competencias formadas para llevar de manera segura y oportuna un procedimiento quirúrgico. Debemos estar en pro de los intereses comunes de los panameños y garantizar el suficiente personal para satisfacer oportunamente las cirugías. Tengan en cuenta la opinión de los pilotos, sus horas de vuelos y sus cajas negras en la actual discusión de la ley del instrumentista, para beneficiar al pueblo panameño.