La Estrella de Panamá en la historia
Hace 46 años.
El 21 de febrero de 1978. En la Ciudad de México, los trabajadores de la compañía de Luz Y Fuerza del Centro realizan el hallazgo del monolito conocido como “La Coyolxauhqui”.
Una deidad mexica, considerada la representación de la luna, sin embargo, no presenta signo o glifo lunar, y podría representar otro tipo de cuerpo celeste. Coyolxauhqui era hija de la diosa madre Coatlicue y hermana y líder de los dioses de estrellas Centzon Huitznáhuac. Cuando Coatlicue quedó embarazada de Huitzilopochtli, Coyolxauhqui y sus hermanos intentaban matar a su madre al considerarlo deshonroso, por lo que Huitzilopochtli la descuartizó y despeño su cuerpo a través de la ladera del cerro de Coatépec. Tras el hallazgo comenzaron una nueva investigaciones que derivarían en el hallazgo del Templo Mayor de Tenochtitlán.
Los trabajadores, dirigidos por el ingeniero Felipe Curcó Bellet, realizaban excavaciones para el cableado subterráneo. Este descubrimiento dio pie a que se ampliaran las investigaciones arqueológicas de las ruinas del Templo Mayor, mismas que continúan hasta la actualidad.
Se cree que su ubicación original recreaba el mito, pues se situaba en la parte inferior del edificio dedicado a Huitzilopochtli, en la parte frontal del Templo Mayor, del antiguo Tenochtitlán, representando así su asesinato en el cerro de Coatepec. La escultura de su madre, Coatlicue, fue encontrada en el año de 1790 al cambiar el empedrado de la Plaza Mayor, más o menos por la época en que fue hallada la Piedra del Sol o Calendario Azteca. Se encuentra exhibida en el Museo del Templo Mayor, en el actual centro histórico de la Ciudad de México.