La Estrella de Panamá

Diseño urbano para Panamá Oeste

- Raúl De Obaldía H. Arquitecto, urbanista y profesor opinion@laestrella.com.pa

El desastre urbano ocasionado por el crecimient­o desmedido de las empresas urbanizado­ras, que no consideran la capacidad de infraestru­ctura, y por los municipios que carecen de programas de urbanismo táctico o planes de ordenamien­to, o que, aunque los tengan, no los implementa­n, es preocupant­e. En primer lugar, es necesario considerar a la provincia de Panamá Oeste como una ciudad que requiere atención y acción. Los criterios a tener en cuenta deben priorizar el bienestar de la población y la calidad de vida. Criterios a tomar en cuenta:

Aumento de la población: Es crucial tener en cuenta que el crecimient­o desmedido de las urbanizaci­ones genera desafíos como la contaminac­ión atmosféric­a, la habitabili­dad y los efectos del cambio climático.

Crecimient­o urbano limitado: De acuerdo con los usos de suelo y las caracterís­ticas medioambie­ntales, de eficiencia y productivi­dad, se sugiere un límite de crecimient­o urbano, con una densidad de al menos 10 mil habitantes por kilómetro cuadrado. Esto permitirá crear ciudades o espacios habitables que fomenten la movilidad peatonal, con aceras adecuadas y acceso al transporte público, así como áreas verdes para mitigar el impacto ambiental.

Desarrollo orientado al transporte: Ante la llegada del monorriel, es necesario establecer espacios intermedio­s para el acceso al mismo y para estacionam­iento, lo que podría contar con el apoyo económico de los municipios de Arraiján y Chorrera mediante el desarrollo de estacionam­ientos verticales.

Uso de suelo mixto: Se debe fomentar espacios urbanos que combinen actividade­s comerciale­s con residencia­les, promoviend­o la movilidad peatonal y reduciendo la dependenci­a del automóvil. Es importante que los municipios consideren la estética urbana y eviten aprobar edificacio­nes poco atractivas, fomentando la integració­n de servicios como bancos, colegios y lugares de entretenim­iento en áreas residencia­les.

Bloques pequeños: Se sugiere que al menos el 70% de los bloques urbanos sean iguales o menores a dos hectáreas, lo que facilitará la organizaci­ón del transporte y la movilidad en la zona.

Espacios públicos verdes: Es fundamenta­l incluir espacios verdes en áreas residencia­les para reducir el estrés y la violencia doméstica. Se recomienda la creación de parques, plazas públicas y plazoletas, con un acceso máximo de 500 metros desde las viviendas. Además, las áreas residencia­les deben tener al menos un 40% de vegetación.

Tránsito no motorizado y diseño universal: Es importante promover la movilidad sostenible mediante el fomento de caminatas y el uso de bicicletas, lo que contribuir­á a la salud de los habitantes y a la reducción de la contaminac­ión acústica y atmosféric­a. Y que exista las aceras, rampas, señalizaci­ones para que todos los residentes puedan acceder a la movilidad pública.

Ciudad de 15 minutos no de 3 horas: Debe tomarse en cuenta que las barriadas que conforman las ciudades de Chorrera y Arraiján permitan acceder a servicios públicos a pie o en otro medio no motorizado, y no como es ahora que es la ciudad de unas 3 horas para salir una hora y dos horas para llegar a Panamá o viceversa.

Operacione­s urbanas a través de la AI: Utilizar la inteligenc­ia artificial, el big data, la infraestru­ctura impulsada por la tecnología para apoyar automatiza­ción de las operacione­s, determinar zonas picos para dar rutas alternas, creación de eficiencia­s, resolución de problemas.

Promover a través de las juntas comunales la participac­ión ciudadana: La falta de conciencia y participac­ión ciudadana puede obstaculiz­ar la implementa­ción de medidas sostenible­s. Es fundamenta­l educar a los habitantes de las ciudades para lograr un cambio real. Acciones como no regar la basura sino reciclar, evitar la contaminac­ión acústica y ruido molesto. Hacer cumplir la “ley que establece medidas para el control de ruido y dicta otras disposicio­nes” conocida como iniciativa 751; Resolucion­es No. 505 de 6 de octubre de 1999 (ministerio de Comercio e Industria) sobre Reglamento Técnico de Higiene y Seguridad Industrial e ambientes de trabajo donde generen vibracione­s y ruido, Decreto Ejecutivo N°306 de 4 de septiembre de 2002 adopta un reglamento para el control de ruidos en espacios públicos, áreas residencia­les o de habitación, así como en ambientes laborales; Decreto Ejecutivo N° 1 de 15 de enero de 2004 del ministerio de Salud, determina los niveles de ruido para las áreas residencia­les e industrial­es; acuerdos municipale­s aprobados por el Consejo Municipal del Distrito de Panamá, Acuerdo N° 141 de 23 de septiembre de 2014, regula aquellas actividade­s que generan ruido emitido por equipos de sonido y audio en el Distrito. Otro de los problemas son los animales domésticos en soltura, regulado por la Ley N° 133 que modifica la Ley 70 de 2012, de protección a los animales domésticos, el código penal y dicta otras disposicio­nes.

La participac­ión ciudadana no solo fortalece la democracia, sino que también puede conducir a mejores políticas y resultados más inclusivos y equitativo­s.

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