BARATO O CARO, SEGÚN LA ÓPTICA
Muchas personas me preguntan por qué cierta ropa es tan cara, pero también hay otras que cuestionan por qué algunas marcas pueden vender a precios tan baratos. Más allá de esto, la gran incógnita siempre es por qué hay tantísima diferencia de precio entre dos piezas que, al ojo del cliente, son muy similares; sin embargo, una
puede costar hasta 10 veces más.
Es difícil resumir esa explicación sin poder mostrar gráficamente algunos puntos, pero voy a intentar darles algunos “tips” a tener en cuenta para poder entender por qué cuesta lo que cuesta, en cada caso.
Una de las primeras cosas a considerar es el tejido. La variación de precio entre las distintas calidades textiles es extremadamente amplia: muchos de los tejidos de las piezas que son económicas cuestan un promedio de 3 a 5 dólares el metro; mientras que los tejidos de piezas similares, pero mucho más caras, pueden llegar a costar hasta 100 dólares el metro.
Esto, si hablamos de tejidos que no contemplan terminaciones de alta costura... ya que si hablamos de tejidos bordados o pedrería, también podemos encontrar desde los que valen 30 dólares el metro hasta los que valen más de 1,000 dólares el metro. La gran diferencia se debe a la calidad de sus hilos, a la complejidad de su trama y a su procedencia o técnica.
Les aconsejo que miren la etiqueta de composición. La mayoría de los tejidos baratos son de poliéster, en tanto que en las prendas más caras generalmente se utilizan fibras naturales como la seda, el algodón, el lino, la lana, entre otras, que muchas veces son mezcladas con otras sintéticas para darles algún tipo de efecto o para hacerlos más resistentes.
El segundo punto para tener presente es el tipo de prenda y los cortes. A diferencia de lo que uno puede pensar, cuantas más costuras hay en una prenda, más barata es; ya que al usar piezas más grandes, el desperdicio de tela suele ser mayor, lo cual encarece la prenda.
Muchas veces —y esto ya es muy técnico—, hay cortes que por su tipología, para simplemente evitar una costura o una pinza, o para crear más volumen o un cierto efecto de caída, llevan a grandes desperdicios de tela, y esto es parte del precio final. Por eso, cuanto más pequeñas son las piezas que forman la prenda, más fácil es tener un muy buen aprovechamiento de la tela y, por consecuencia, un precio más bajo.
El otro punto importante a tener en cuenta es el lugar donde se fabrica. Hay países donde la mano de obra es muy barata como China e India, lo cual no quiere decir que no puedan fabricar piezas de muy buena calidad y de lujo. De hecho, cada vez más, estos países que anteriormente solo se asociaban a la fabricación de prendas baratas, están entrando también con fuerza en la confección de prendas de lujo, debido a que tienen una mano de obra muy especializada según el tipo de terminaciones.
No hay duda que las piezas fabricadas en países de Europa, donde la mano de obra es mucho más cara, encarece las prendas. Este es un tema que ha llevado a mucha polémica y en el que no voy a entrar ahora, pero les prometo que más adelante les hablaré al respecto, en otro artículo.
El diseño es otro de los factores que influyen en el precio de una prenda. Muchas veces, en las copias de las prendas de diseñador, vemos que han cambiado algunos pequeños detalles, y esos son los que generalmente hacen la gran diferencia en el precio.
Aunque al ojo del consumidor esos detalles no sean importantes, para los que entendemos y podemos analizar técnicamente la pieza, sabemos que el hecho de que se hayan evitado ha abaratado la prenda, ya sea por el tipo de corte, de tejido, de impresión… Así que hay que entender que un diseñador, cuando dibuja una pieza, tiene absolutamente todo pensado: desde el tipo de cremallera, hasta el tipo y color de hilo con el que se va a coser, y todo eso es parte de la calidad final de la prenda.
Y finalmente no podemos dejar de lado que, nos guste o no, la marca se paga y viene acompañada de un costo adicional a la prenda, que a su vez es nuestra garantía de calidad y de estatus.
Entonces, al final, si es barato o caro, dependerá de lo que para nosotros es importante o de lo que nosotros estemos buscando. ¿Buscamos calidad? ¿Buscamos estatus? ¿Buscamos diseño? Según lo que para nosotros sea importante, sabremos valorar el precio de cada cosa y podremos apreciar las diferencias. Pero que las hay… ¡las hay!■