MARIBEL GORDÓN CALDERÓN
La candidata a vicepresidenta en la fórmula presidencial del Frente Amplio por la Democracia es economista de profesión. Nos cuenta sobre su sed de justicia ante la desigualdad social.
Maribel sale a mi encuentro con dificultad, tiene una lesión en la rodilla y su caminar está afectado: renquea, pero avanza a extenderme la mano y a presentarse. Los que están a su alrededor, en una oficina del Frente Amplio por la Democracia (FAD), se refieren a ella como “La profe”; pero ella se define primero como una mujer, y, en segundo lugar, como una fémina patriota, que ha caminado en las filas del Movimiento social panameño.
Gordón se mira a sí misma como una persona honesta y cree que el valor fundamental del ser humano debería ser la solidaridad. Le apasiona la investigación, y en su lado más íntimo, disfruta pasar tiempo en su casa.
Economista y docente, es la segunda vez que se presenta como candidata a la vicepresidencia de la República por el FAD, y conversó con revista Mujer sobre sus aspiraciones e ideales.
¿Cómo fueron sus inicios en la política?
Soy “institutora aguilucha”. El Instituto Nacional es una fuente de inspiración por las luchas generacionales e históricas que ha tenido. El colegio está muy vinculado a la lucha social. Me inicié como dirigente en las filas del movimiento estudiantil, sobre todo de la Universidad de Panamá, en la cual participé y logré ocupar todos los cargos de dirección que tiene el movimiento. Pero, además, estaba muy comprometida con la Academia. Fui gestora de la primera biblioteca especializada de la Facultad de Economía que lleva el nombre de Idania Fernández.
Y el fervor por querer cambiar las cosas, ¿cuándo apareció?
Fundamentalmente desde mi adolescencia. Soy una persona a la que le gusta leer bastante. Además, como expliqué, en la universidad me comprometí mucho más. Comencé denunciando un problema que se daba entre los estudiantes en la Facultad de Economía; a partir de allí, por una causa reivindicativa estudiantil, inicié, y hasta el día de hoy sigo en el movimiento social.
Es la segunda vez que forma parte de una fórmula presidencial, ¿qué ha cambiado en estos cinco años?
Creo que varias cosas te impactan y te llevan a asumir un mayor compromiso; por ejemplo, nosotros veníamos denunciando con mucha fuerza el tema de la corrupción, y esta se ha profundizado. Veníamos denunciando la impunidad, y es lo que prevalece en este país con los sectores de la partidocracia. Pero también la inequidad. Pese a que esta es una economía que crece, nosotros no vemos desarrollo. Cada vez hay mayor población que no logra satisfacer sus necesidades fundamentales debidas. En cuanto a la inequidad, y acaba de salir el informe, ya no estamos en el sexto lugar sino en el segundo de América Latina. Como economista tengo que estar comprometida para que eso cambie. Aquí hay riqueza, no se justifica la pobreza.
Es profesora catedrática de la Universidad de Panamá, ¿qué cosas cambiaría del sistema educativo?
Yo creo que debemos respetar algo que no se respeta, y eso es la autonomía de las universidades. Eso implica la autonomía financiera. Este año vimos recortar el presupuesto, entonces, existe un presupuesto que no permite la investigación que es tan necesaria en un centro de educación superior. Pero, además, daría mayor participación a los estudiantes que son el objeto y sujeto de la acción académica. Están marginados, no participan, se les restringe, en las áreas académicas no los consideramos y tampoco los invitamos a la investigación.
Y en cuanto al factor económico, ¿qué propuestas tiene junto a Saúl
Méndez?
Nuestra propuesta es una integral que tiene como eje económico fundamental el impulso a los sectores productivos: agro e industria. Aquí en Panamá hay un desequilibrio entre los sectores económicos (agropecuario, industrial y servicio-comercio). Los gobiernos han destruido al sector agropecuario. Hoy todos dicen estar preocupados, pero desde los años 70 ellos lo vienen desmantelando con políticas que desincentivan la inversión y producción en el agro. Nosotros creemos en la necesidad de un equilibrio, de una relación más armónica entre los sectores productivos y por eso estamos señalando que la base de nuestra propuesta económica es el sector productivo.
Pero, además, estamos planteando que la base del quehacer económico tiene que ser el ser humano, no el negocio, no el mercado; sino que la población pueda satisfacer sus necesidades esenciales de vida.
¿Qué sueños y conquistas personales tiene por alcanzar?
Asentar el país es uno de ellos, el otro es que se le haga justicia a las mujeres y jóvenes, que ha sido la población más excluida de este país. Para mí, eso es fundamental. Y ver una patria con desarrollo social, no con crecimiento económico. Que haya igualdad, equidad, justicia y participación.■
“Como economista tengo que estar comprometida para que cambie la inequidad. Aquí hay riqueza, no se justifica la pobreza”