Mujeres que aspiran a los más altos cargos políticos en el país.
La única candidata a la Presidencia reivindica el papel de la mujer en la política panameña: “deben dejar de invisibilizarnos”.
Ana Matilde Gómez, candidata independiente a la Presidencia de Panamá, se muestra orgullosa de sus orígenes: “Nací en El Chorrillo y, gracias a que mi madre terminó la universidad, tuvimos acceso a una primera hipoteca y nos mudamos a nuestra casa en Bethania”. Igual de luchadora que su madre, Ana Matilde estudió duro y se graduó en Derecho con máximos honores en la Universidad de Panamá, complementando sus estudios con una maestría en Criminología y un diplomado en Derechos Humanos en la Universidad Santa María La Antigua. “Creo que hay una diversidad en mí, que me ha permitido tener una gran capacidad de adaptación y resiliencia frente a la adversidad”.
Ana Matilde ha ejercido distintos cargos, tanto en el sector privado como en el público. Entre sus hitos se encuentra en el de convertirse, en 2004, en la primera mujer procuradora general, “cargo que ejercí con la
mayor dignidad, tratando de transmitir que ese paradigma ancestral que solo era ocupado por varones ya se había roto”. Diez años más tarde rompió otra línea, la de convertirse en la mujer más votada y entrar a la Asamblea como la única diputada independiente.
¿Qué siente al conseguir todos esos hitos como mujer?
Una gran responsabilidad. Las mujeres tenemos siempre una triple carga: yo soy esposa, soy madre, soy hija… Por eso es una responsabilidad para mí reafirmar que las mujeres tenemos la capacidad para eso y mucho más. Sé que los ojos están puestos en mí, sobre todo siendo la única mujer en la papeleta presidencial y aspirando por la vía independiente, pero eso me motiva para seguir.
¿Por qué decidió presentarse como candidata a la Presidencia?
Más bien fue una decisión coyuntural, en el sentido de que con toda esta experiencia que he adquirido y viendo el país que está al punto de no retorno, tenía dos decisiones que tomar: me llevaba mi experiencia para escribir un libro o seguía escribiendo el libro de mi vida e impactando con políticas públicas, aspirando, a partir de ahora, a tener poder real para poder transformar este país.
A menos de un mes de las elecciones, ¿cómo está viviendo esta contienda política?
De manera muy injusta e inequitativa. Pero como mujer no me voy a sentar a llorar ni a estarme quejando de un sistema que tengo que poner en evidencia. Estamos trabajando con las uñas, haciendo banderitas con telas, cada uno cosiendo en la máquina que puede, por todo el país, con la ayuda de más de 350 candidatos.
¿Se hace difícil ser la única mujer en la campaña por la Presidencia?
Por supuesto, porque me tratan de invisibilizar a cada rato. “Señores candidatos”, dicen. Entonces levanto la mano en plan, aquí estoy, los señores candidatos y la candidata. Aunque parezca una cosa sencilla, tiene una carga simbólica tremenda para evitar la invisibilización de las mujeres en la política.
En una política dominada por partidos, ¿por qué escoge presentarse como independiente?
Lo escojo por lo que he visto en la Asamblea en los últimos años y cómo dentro de un partido no se puede tener un criterio distinto al de su bancada; le tiran una línea y queda aprobando algo que es negativo para el país o queda votando en contra de algo que es necesario, para avanzar en la colectividad. Esas ataduras
politiqueras, de verdad que a mi edad, ya no.
¿Cuál cree que es el principal reto que afronta Panamá en este momento?
Principalmente la corrupción. La corrupción para no quedarse atrás, porque Panamá tiene un reto importante de cara al servicio que presta al mundo con el Canal y, si nosotros no rompemos con la corrupción en el Poder Legislativo, en el Poder Judicial y en lo que impregna el Poder Ejecutivo, vamos a dar al traste con esta gran potencialidad.
Basa su programa de gobierno en 4 pilares. El primero trata sobre el respeto a la dignidad humana. ¿Considera que Panamá tiene déficit en ese tema?
Por supuesto que sí. No deberíamos estar hablando de programitas y actividades en derechos humanos para visibilizar, deberíamos estar dando en nuestro sistema educativo la formación del individuo en el respeto a los derechos humanos.
También pone mucho énfasis en la educación como vía de transformación. ¿Cuál será su primera actuación en esta área?
Inmediatamente la revisión para el ajuste del presupuesto y dotarla del mínimo que está en la ley, que es del 6%. Ninguno de los gobiernos de los que hemos tenido hasta ahora ha destinado más del 3.2%. Después, adaptar y empezar a aplicar todo lo aprobado por el Compromiso por la Educación y su mecanismo fiscalizador, que tiene mucho que ver con la calidad de la educación y la transformación.
El tercer pilar de su programa habla de economía y política social. ¿Cómo afrontará esos problemas si llega a la Presidencia?
La reactivación económica es necesaria y es fundamental. Tenemos que enfocarnos en políticas públicas con impacto social. Las obras que se vayan a hacer, las decisiones que se vayan a tomar, no solamente tienen que ser sustentables sino que deben tener un impacto social importante para que esos 6 de cada 10 panameños que abandonan la escuela regresen. Si usted se educa, pronto va a resolver el mejor subsidio, que es un trabajo.
En su programa, ¿cómo se integran las políticas dirigidas a la mujer?
Es un eje transversal. Estamos proponiendo elevar, no hacer un ministerio nuevo, pero elevar a rango de ministerio el Instituto Nacional de la Mujer con la dotación del presupuesto necesario, para que esa voz se escuche en el gabinete y, transversalmente, en todas las políticas públicas.■
“Tenemos que enfocarnos en políticas públicas con impacto social para reactivar la economía en Panamá”.