Las esposas de los candidatos presidenciales
Una de ellas podría ser la próxima primera dama de la República. Acompáñanos a conocerlas y sus ideales.
El próximo 5 de mayo Panamá elegirá a su próximo presidente de la República. Siete candidatos —entre ellos una mujer— de diversos partidos políticos, se enfrentarán en la contienda electoral para descubrir quién liderará el poder Ejecutivo y tomará las riendas de la nación durante los próximos cinco años, a partir de julio de 2019.
Pero al lado del presidente existe una figura, la de la primera dama, que aunque no está en la estructura del Estado (es decir que no ostenta el título de funcionario y por lo tanto no recibe salario), sí maneja un despacho al que se le asignan anualmente fondos para apoyar obras sociales y de asistencia humanitaria.
Este año puede ocurrir una novedad en la historia republicana: si la única candidata mujer (Ana Matilde Gómez) llegase a ocupar la silla presidencial, su esposo Francisco Sousa-Lennox debutaría en el cargo de primer caballero en Panamá.
Cabe mencionar que durante el mandato de la primera presidenta del país, Mireya Moscoso, para el período 1999-2004, no existió dicho título, ya que ella era viuda. En cambio, Moscoso designó a su hermana Rubi Moscoso, al frente del Despacho de la Primera Dama.
Por otra parte, el caso de la primera dama de Saúl Méndez, candidato por el Frente Amplio por la Democracia (FAD), también es interesante, pues él no se encuentra casado.
En este último caso, el puesto de primera dama puede ser ocupado por otra mujer, familiar cercana al jefe de gobierno, como su madre, hija o hermana, como ocurrió con Evo Morales y Alberto Fujimori, entre otros. El cargo también puede quedar vacante, tal como pasó en Argentina con Cristina Fernández de Kirchner al fallecer su marido Néstor Kirchner en 2010.
Conversamos con tres de las compañeras de los aspirantes a la Presidencia de la República: Vicky Heurtematte, esposa del candidato de Cambio Democrático, Rómulo Roux; Yamileth Araúz, esposa del panameñista José Isabel Blandón; y Xenia De Lourdes Carles, cónyuge del candidato independiente, Marco Ameglio. Ellas nos hablaron sobre quiénes son, su visión del cargo y algunos secretos de sus cónyuges.
Yamileth Araúz
Optimista, determinada y llena de energía, así se describe Yamileth Araúz, esposa del actual alcalde de la ciudad de Panamá y candidato a la presidencia del país (por el Partido Panameñista) para las próximas elecciones generales. Debido a que se conocieron un 6 de enero (de 2006) en La Flor de Dolega, Chiriquí, a Yamileth le gusta pensar que ella fue el regalo del Día de Reyes para José Isabel Blandón. Un año después, la pareja decidió formalizar la relación.
A la abogada le enamoró del aquel entonces diputado su inteligencia, sensibilidad y “que es chistoso, aunque se muestre serio”, expresa.
Hoy, lo califica como un esposo y padre cariñoso, que a pesar de que llegue cansado del trabajo, “siempre trata de complacerme a mí y a nuestros hijos en actividades que nos incluyan a todos”.
Una agenda enfocada en educación
De ganar José Isabel Blandón como presidente, Yamileth asegura que en su agenda como primera dama trabajará principalmente por fortalecer la educación preescolar. “Creo que falta mucho presupuesto, y mi esposo ha comentado que asignará el correspondiente. Me veo trabajando junto a otros países para fortalecer la educación entre cero a siete años, que es la edad cuando los niños desarrollan su cerebro y están más abiertos a aprender, por lo que se les puede inculcar una metodología de estudio”, asevera Araúz.
Por otro lado, indica que también trabajará por enaltecer el papel de la mujer en la sociedad. “Creo que necesitan un empuje, pero fundamentalmente alguien que sea su voz. Las mujeres requieren que les digan que lo lograrán y se sientan apoyadas”, agrega, asegurando que lo anterior se puede conseguir a través de conversatorios, donde se le incentive a las féminas a ocupar cargos públicos y de alto mando, para así lograr un equilibrio en la sociedad.
La compañera de José
Isabel Blandón está convencida del poder de la educación para transformar la vida de las personas.
Vicky Heurtematte
Victoria o ‘Vicky’ Heurtematte, como le llaman todos, se considera a sí misma como una persona sencilla, honesta, de carácter humilde y perseverante. “Soy una persona que lucha por lo que creo”, dice la esposa del candidato que promete que “lo bueno vuelve”.
Vicky, además, tiene una gran sensibilidad social que le viene de familia. “Para mí llevar el apellido Heurtematte representa compromiso, entrega y servicio a nuestro país”.
Mientras caminamos por el pasillo de la enorme y antigua casa familiar donde creció junto a sus padres, su hermana, su abuelo y su tía abuela, en el barrio de Bellavista, Vicky señala los retratos que atesoran recuerdos de la tradicional familia Heurtematte. “Mi abuelo, Roberto Máximo Manuel Heurtematte Espinosa, ocupó varios cargos públicos importantes a lo largo de su vida, y lo hizo siempre con independencia e integridad. Fue embajador de Panamá en Washington, negociador de los tratados Remón-Eisenhower, contralor de la República y uno de los cuatro panameños que participaron en la primera Directiva Binacional del Canal de Panamá”.
Luego rememora que el compromiso de sus antepasados con Panamá data desde antes de la constitución como país soberano. “Mi tatarabuelo Manuel Espinosa Batista fue miembro de la primera Junta de Gobierno de Panamá en 1903, prócer de la patria. Su hija, mi bisabuela Doña Elisa Espinosa de Heurtematte, fue de las primeras voluntarias de la Cruz Roja de Panamá. En mi familia hay un muy profundo sentimiento de contribuir con el desarrollo de nuestro país”, subraya.
El legado por el servicio ha continuado hasta la actualidad. En el 2013, Vicky junto a su hermana Elizabeth crearon la Fundación Heurtematte “en memoria de los pilares de nuestra familia, con el fin de darle continuidad a su legado de servicio y amor a la comunidad”. Vicky es quien lidera la fundación, por medio de la cual se promueve la cultura como medio de transformación social, el empoderamiento de la mujer y la salud sexual y reproductiva. “A través de la fundación y de mi día a día, busco que mis acciones contribuyan a mejorar nuestro país”, destaca.
Si llegase a ser primera dama, Heurtematte subraya que su principal causa sería la mujer. Y no es de extrañar, pues Vicky es una fémina de armas tomar y busca inspirar a otras. Es madre, esposa, empresaria, ganadera y apasionada por el trabajo social. Jinete de salto ecuestre, representó a Panamá en cuatro Juegos Centroamericanos.
“Quiero dejar un legado para la mujer panameña, para que tenga más oportunidades y menos obstáculos, y una mejor calidad de vida que les permita pasar el tiempo que necesiten con sus familias que hoy no pueden tener”, expresa, esclareciendo que la mayoría de las problemáticas en Panamá ya tienen una hoja de ruta y un plan de acción. “No hay que reinventar la rueda. Hay que tener voluntad de hacer las cosas”.
La esposa del candidato por Cambio Democrático, Rómulo Roux, busca seguir el legado de servicio de su familia y empoderar a las mujeres.
Xenia Carles de Ameglio
Xenia de Lourdes Carles —o simplemente “Chini”, como le llaman desde niña porque nació más chinita que su hermana melliza— es la esposa del candidato presidencial por la libre postulación, Marco Ameglio.
Arquitecta de profesión, Chini, quien se declara una apasionada del arte, trabaja de forma independiente en remodelaciones y decoración de interiores. Lo anterior se evidencia al mirar alrededor del hogar de los Ameglio, donde se llevó a cabo nuestra conversación: un lugar concienzudamente decorado con diversos colores, texturas, cuadros (la mayoría de la artista panameña Olga Sinclair) y esculturas en cada rincón. Cada minuto en aquella sala y en el balcón lleno de plantas, da la sensación de estar en un oasis de tranquilidad dentro de la ciudad capital.
Muchas de las figuras femeninas y rostros tallados que se encuentran en la sala son creación de Chini, quien también se dedica a la escultura. “Siempre me gustó, el arte. Mi mamá era mi mejor promotora y me decía que todo estaba divino”, dice mientras sostiene en su regazo a Fiona, una de sus tres perras. Chini estudió por un tiempo Dibujo y Pintura en la Universidad del Arte Ganexa. Luego realizó cursos de cerámica en la Universidad de Panamá, de grabados en el Museo de Arte Contemporáneo y tomó clases de vitrales. Finalmente, entró al taller de escultura, donde asiste en la actualidad.
Xenia también se define como amante de los canes, “mamá, esposa y abuela”. En los últimos cinco años se ha dedicado a la producción de café, ajíes, tomates y pimientos, en su finca de Boquete.
Más valores
Carles nunca tuvo la idea de convertirse en primera dama, pero reconoce que la vida política de su esposo la ha llevado hasta ese punto. Y lo acepta con buena disposición, ya que estaría dispuesta a cambiar temporalmente la idea de seguir soñando con sus diseños para hacerlo con su país.
Para ella la figura de la primera dama es importante. “Como despacho solo me toca apoyar, pero creo que con eso es suficiente. Solicitando el apoyo o dándole seguimiento a los proyectos que tenga el Ejecutivo, puedo hacer bastante”. Si llegase al despacho, le gustaría respaldar el tema de la familia como núcleo de la sociedad. “En Panamá hay problemas sociales grandes y considero que es por falta de educación. Hay que inculcar más valores en la familia”, dice. Mi esposo tiene un proyecto de elevar el Ministerio de Educación a autoridad, y me parece fantástico, porque así no está limitado a si sube o baja un gobierno”.
El arte es otro eje que tiene contemplado asistir. “Las personas que estudian arte abren la mente. Es una manera diferente de ver las cosas, pero que hace falta”. Además, se compromete en apoyar los programas para buscar soluciones a los problemas de las panameñas.
“Conocí a Marco en el quinceaños de una amiga, hace 42 años. Yo tenía 15 y él 16. Me gustó su sonrisa. De ahí quedamos de novios y no nos volvimos a separar”