Una oda a los años 40 y el talento emergente
» Durante el segundo día de Fashion Week Panamá 2018, la pasarela fue testigo de una retrospectiva a la época posguerra y de los nuevos diseñadores panameños que prometen ser el relevo generacional en la industria de la moda nacional.
El segundo día de pasarelas en el marco de Fashion Week Panamá comenzó con la propuesta que presentó la diseñadora Annie Chajín, esta vez en dupla con el diseñador panameño Adrián Carrillo. La colección, llamada “Verguero”, tuvo una clara influencia de los años 80 y asentó definitivamente un ambiente muy alegre, por la carga de color que conllevó, para el resto de la noche. Dos de las propuestas presentadas anoche trajeron a la pasarela un recuerdo histórico denso: la Segunda Guerra Mundial y lo que conllevó el cambio en la vestimenta de hombres y mujeres durante los años 40. Las mujeres debían salir a trabajar con ropa que reciclaban de sus maridos combatientes. Camisas y sacos con hombreras se sumaban a pantalones de traje holgados estilo palazzo. En Estados Unidos, en aquella época nació el ready to wear o prêt-à–porter.
John Bejarano y Sousa Pitti tomaron como referencia esta temática para desarrollar sus colecciones. El colombiano radicado en Panamá presentó diseños femeninos trayendo a colación la época posguerra, pero de una manera moderna y vanguardista. En su pasarela se vieron textiles como el chifón, cibelina, algodón y dril; además de algunas piezas donde se vieron apliques de cuero cortados en láser. En cuanto a la gama de colores, se vio una selección amplia. Hubo una serie de rojo y azul marino, pasó por el rojo naranja, amarillo mostaza, para terminar en colores claros como ivory y crema. Según explicó el diseñador a Revista Mujer, con esta colección buscó versatilidad para sus clientas, por eso las prendas se pueden utilizar tanto de día como de noche, dependiendo de la combinación que se haga.
Andrea Sousa, por otro lado, que presentó su colección a finales del segundo bloque, volvió a dejar claro el ADN de la marca al inspirarse y tomar de referencia una temática social, como lo fue el periodo posguerra. A diferencia del año pasado, Sousa Pitti volvió a los colores originales sobre los que se movía la
marca: el verde militar, el azul, blancos y cremas. Además presentó por primera vez su propuesta masculina, algo que con regularidad hacen en su atelier pero que nunca habían mostrado en pasarela. Siguiendo esa línea, la diseñadora presentó una línea bastante masculina para las mujeres. Pantalones, shorts ‘overalls’ y mucha sastrería.
En el segundo bloque también presentaron su colección la panameña Daniela Arias, directora creativa de la firma Marciscano, y la venezolana Constanza Oquendo.
Arias dio a conocer su
más reciente propuesta: “Mestiza”, la cual está inspirada en la mujer latinoamericana. Con vestidos largos, la pieza insignia de la marca panameña, Daniela usó el blanco y el negro y agregó acentos de color como el amarillo mostaza, el rojo, el verde y el azul.
Con increíbles trabajos de pedrería y mezclas inesperadas de textiles la colección es ideal para una mujer arriesgada, sexy y segura de sí misma.
Finalmente, el último bloque y cierre del segundo día de Fashion Week Panamá fue protagonizado por los talentos emergentes y futuro relevo generacional
dentro de la industria de la moda panameña. El bloque lo abrió el diseñador panameño nacido en Aguadulce,
Álex Vincent, quien se formó como diseñador de moda en Barcelona, España, y quien recientemente obtuvo el título al mejor diseño en el Señorita Panamá 2018.
A Vincent le siguió la firma Valar, dirigida por Gabriela Vallarino. Gabriela comenzó su firma como un hobby realmente. Diseñaba sus propios vestidos para eventos sociales hasta que mucha gente a su alrededor comenzó a interesarse en ellos y finalmente, por una amiga, fue que decidió formalizar su talento en la creación de vestidos.
En esta primera colección que presentó en Fashion
Week se pudieron apreciar increíbles estampados en los textiles, pues la firma los envió a imprimir con fotografías de flora panameña, siendo el guayacán uno de los árboles insignia para esta línea.
La encargada de finalizar el día fue Gianna Levy, una pasarela muy esperada también debido al rápido auge y popularidad que la panameña ha ganado en el campo de los vestidos hechos a la medida para cada una de sus clientas. Este año decidió presentar su colección prêt-a- porte, con el fin de poder ampliar su mercado.