Relevo generacional
En un abrir y cerrar de ojos casi se termina otro año escolar. Miles de estudiantes saldrán de sus bachilleres preparados académicamente para vencer nuevos retos tanto en el aspecto universitario como laboral. Y es en este segundo punto en el que haremos énfasis en este escrito. Apuesto (sin miedo a perder) que a lo largo de sus bachilleres, también se preguntaron en algún momento: ¿por qué hay que ir a la escuela todos los días a la misma hora? ¿Por qué tengo que trabajar en grupo si los otros nunca hacen nada? ¿Para qué me enseñan esto? ¿Por qué mi profesor se enoja? ¿Por qué no puedo estudiar solamente lo que me gusta y ya? Y apuesto también que sus papás le vendieron la idea de que una vez graduados y con trabajo podrían hacer lo que les viniera en gana.
Pues siento informarles que es la mentira más grande y descarada que nuestros padres nos pudieron decir. La realidad es que el colegio es el adoctrinamiento para el desempeño estándar en el ámbito laboral. Nos enseñan a llegar temprano siempre porque en la vida adulta, (si llegas tarde) pierdes dinero, confianza, tiempo, contactos, etc. Algunos compañeros y tú trabajan arduamente, y no necesariamente representa mejor ingreso que quienes hacen menos.
Te contratan para una función, pero el contrato dice que puedes realizar “funciones afines”, entonces, debes aprender a trabajar, incluso lo que no te gusta. Y del profesor… jamás te liberas, ahora se llama “jefe”.
Sé que es una realidad que se lee un poco tosca, pero ¡descuiden! A diferencia del colegio, en la vida real existen leyes establecidas que nos dictan las nuevas reglas del juego. Y si bien es cierto que existen responsabilidades y normas a las que nos debemos ceñir, también tenemos leyes que nos protegen mientras cumplimos nuestras funciones.
Por ejemplo, la Ley 7 del 14 de febrero de 2018 “tiene como objetivo prohibir y establecer la responsabilidad por todo acto de violencia que atente contra la honra, la dignidad, la integridad física y psicológica de las personas, proteger el derecho al trabajo en condiciones de equidad y establecer políticas públicas para prevenir estos actos, conforme a las convenciones sobre derechos humanos ratificadas por la República de Panamá”.
En su artículo tercero lista las fallas que esta ley pretende disminuir o hacer desaparecer, como hostigamiento, acoso sexual o moral; sexismo y racismo. Los siguientes artículos detallan de forma específica las sanciones para quienes incurran en estas faltas. No obstante, también responsabiliza en su artículo 17 a quienes denuncien falsamente alguna de las conductas sancionadas en la ley.
Entonces, sí nos mintieron. Al final nunca hacemos como nos da la gana. Siempre nos debemos los unos a los otros. Bienvenidos al mundo laboral. Esfuércense, estudien, sean puntuales y competitivos. Pero sobre todo, sean altamente respetuosos de ustedes mismos y de sus principios.