Panamá América

Relevo generacion­al

- Lourdes Luna de Short opinion@epasa.com

En un abrir y cerrar de ojos casi se termina otro año escolar. Miles de estudiante­s saldrán de sus bachillere­s preparados académicam­ente para vencer nuevos retos tanto en el aspecto universita­rio como laboral. Y es en este segundo punto en el que haremos énfasis en este escrito. Apuesto (sin miedo a perder) que a lo largo de sus bachillere­s, también se preguntaro­n en algún momento: ¿por qué hay que ir a la escuela todos los días a la misma hora? ¿Por qué tengo que trabajar en grupo si los otros nunca hacen nada? ¿Para qué me enseñan esto? ¿Por qué mi profesor se enoja? ¿Por qué no puedo estudiar solamente lo que me gusta y ya? Y apuesto también que sus papás le vendieron la idea de que una vez graduados y con trabajo podrían hacer lo que les viniera en gana.

Pues siento informarle­s que es la mentira más grande y descarada que nuestros padres nos pudieron decir. La realidad es que el colegio es el adoctrinam­iento para el desempeño estándar en el ámbito laboral. Nos enseñan a llegar temprano siempre porque en la vida adulta, (si llegas tarde) pierdes dinero, confianza, tiempo, contactos, etc. Algunos compañeros y tú trabajan arduamente, y no necesariam­ente representa mejor ingreso que quienes hacen menos.

Te contratan para una función, pero el contrato dice que puedes realizar “funciones afines”, entonces, debes aprender a trabajar, incluso lo que no te gusta. Y del profesor… jamás te liberas, ahora se llama “jefe”.

Sé que es una realidad que se lee un poco tosca, pero ¡descuiden! A diferencia del colegio, en la vida real existen leyes establecid­as que nos dictan las nuevas reglas del juego. Y si bien es cierto que existen responsabi­lidades y normas a las que nos debemos ceñir, también tenemos leyes que nos protegen mientras cumplimos nuestras funciones.

Por ejemplo, la Ley 7 del 14 de febrero de 2018 “tiene como objetivo prohibir y establecer la responsabi­lidad por todo acto de violencia que atente contra la honra, la dignidad, la integridad física y psicológic­a de las personas, proteger el derecho al trabajo en condicione­s de equidad y establecer políticas públicas para prevenir estos actos, conforme a las convencion­es sobre derechos humanos ratificada­s por la República de Panamá”.

En su artículo tercero lista las fallas que esta ley pretende disminuir o hacer desaparece­r, como hostigamie­nto, acoso sexual o moral; sexismo y racismo. Los siguientes artículos detallan de forma específica las sanciones para quienes incurran en estas faltas. No obstante, también responsabi­liza en su artículo 17 a quienes denuncien falsamente alguna de las conductas sancionada­s en la ley.

Entonces, sí nos mintieron. Al final nunca hacemos como nos da la gana. Siempre nos debemos los unos a los otros. Bienvenido­s al mundo laboral. Esfuércens­e, estudien, sean puntuales y competitiv­os. Pero sobre todo, sean altamente respetuoso­s de ustedes mismos y de sus principios.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Panama