Hipertensión: Signos que indican un desajuste
» La hipertensión es considerada una enfermedad silenciosa, muchas personas ignoran que la padecen ya que la enfermedad no siempre va acompañada de síntomas o signos de alerta.
Se ecucha con frecuencia que, una persona “sufre” de la presión alta o la presión baja y que ambos casos en sus extremos y constancia pueden resultar peligrosos y desencadenar otros efectos en el organismo que pueden producir incluso la muerte.
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre sobre la pared de las arterias. Se mide utilizando un sistema de presión que comprime la arteria y permite determinar los límites superior e inferior de la presión, explica cardiólogo del Hospital Paitilla, Daniel Pichel.
La presión normal debe ser, en general, menor de 130/80. “Se considera presión alta cuando es superior a 140/90. Entre 130/80 y 140/90 se refiere a presión ‘normal alta’. La presión baja no es específicamente una enfermedad, pero valores menores de 100/60 con síntomas, requieren evaluarse”, indica, en comunicado de prensa, Pichel.
Ni la presión baja ni la presión baja tienen síntomas clásicos, pero hay algunos signos que pueden ser indicativos de que la presión arterial se ha desajustado.
El galeno advierte que los pacientes que tienen presiones extremadamente bajas pueden tener desmayos, mientras los que tienen presión alta, en algunos casos presentan dolor de cabeza, pero no es un síntoma requerido para hacer el diagnóstico.
Las repercusiones de mantener la presión alta son numerosas, “afecta los riñones (produciendo insuficiencia renal y posible uso de diálisis), es un factor de riesgo mayor para enfermedades coronarias (infarto de miocardio, angina de pecho, muerte súbita e insuficiencia cardiaca), las arterias y las retinas (siendo esta una causa importante de ceguera). Los valores elevados persistentes de presión producen daño en estos órganos, que frecuentemente son irreversibles”.
Una vez se diagnostique al paciente como hipertenso se iniciará en tratamiento, se estima 1,130 millones de personas con hipertensión y aproximadamente uno de cada cinco tiene el problema controlado, según datos de la Organización
Mundial de la Salud
(OMS).
Esta condición no tiene cura, es permanente, al menos que la presión alta sea signo de otra enfermedad.
Los pacientes tendrán que lidiar con la enfermedad toda la vida, por esta razón, es importante ser evaluado regularmente por un médico por si es necesario hacer cambios en el tratamiento.
“Lo que se busca es controlar la presión, manteniendo los valores en rangos normales”, manifestó
Pichel.
Aunado al tratamiento farmacológico se debe mantener un peso saludable, no fumar, hacer ejercicio regular, evitar el consumo de alcohol y tener una dieta baja en sal.
La hipertensión es considerada como un problema de salud pública, en algunas poblaciones tiene una prevalencia hasta el 60%, acortando la expectativa de vida en comparación a una persona con una presión arterial normal.
Una de las metas mundiales para las enfermedades no transmisibles es reducir la prevalencia de la hipertensión en un 25% en 2025, con respecto a los valores de referencia de 2010.
A saber
La hipertensión es considerada una enfermedad silenciosa, muchas personas ignoran que la padecen ya que la enfermedad no siempre va acompañada de síntomas o signos de alerta.
La OMS resalta que la única forma de detectar la hipertensión es a través de la atención de un profesional de la salud, quien medirá la tensión arterial, es un proceso rápido e indoloro.
“Si bien es importante que un profesional valore el riesgo existente y los trastornos asociados”, las personas pueden monitorear su presión arterial en casa con un aparato automático.