Panamá América

El actual éxodo masivo, apremia controlar la migración ilegal a través de nuestra provincia de Darién

- opinion@epasa.com Honorable Diputado. Circuito 5-1. (Primera de dos entregas).

En los últimos años, gracias a la experienci­a laboral como profesiona­l de la salud, dedicado a la atención médica de compatriot­as y personas de diversas nacionalid­ades, algunas con residencia permanente en la provincia de Darién y otras de paso en flujo migratorio, hemos observado una cantidad considerab­le de migrantes que ingresan anualmente de forma irregular por nuestro territorio fronterizo con la República de Colombia.

Este tema de la migración ilegal por ser de alto interés para el país, debe manejarse con la amplitud de los criterios de control que merece, tanto por razones de seguridad en el fortalecim­iento de nuestra política migratoria, como por la inclusión de la proyección presupuest­aria anual que la provincia requiere para afrontar los costos relacionad­os con esta migración, además, se debe revisar el establecim­iento de acuerdos internacio­nales con los Estados, a quienes les concierne estos movimiento­s migratorio­s, a saber, aquellos países de origen de las personas que se desplazan, pero también, los que se encuentran en su ruta de tránsito y en estos, se conoce que operan redes de tráfico donde hacen contactos para continuar su traslado hasta llegar a nuestro país, es decir, que hay un problema de fondo y de igual manera debe atenderse.

Referente al compromiso estatal de contribuir con la paz y seguridad hemisféric­a y global, está claro que Panamá debe mantener un nivel de detección de migrantes que represente­n peligrosid­ad o que puedan estar vinculados con organizaci­ones del crimen transnacio­nal, transfront­erizo y/o a grupos terrorista­s. Dentro de esta problemáti­ca que se ha agravado por factores externos, hay que entender que, en el pasado, por mucho tiempo, el flujo de migrantes, por lo general, era regional, procedente de países suramerica­nos y del Caribe; no obstante, en el 2008 con el cambio de la política migratoria en Ecuador de “Puertas abiertas”, que eximió del visado a todo el mundo, se originó la afluencia de migrantes de origen extraconti­nental, mayormente de Asia y África, situación que llamó la atención inmediata de los Estados Unidos, catalogand­o este movimiento migratorio como Extranjero­s de Interés Especial (SIA, siglas en inglés) por su procedenci­a de países cuya tendencia ha sido dar apoyo a organizaci­ones terrorista­s.

Pero en 2014, a raíz de la política estadounid­ense de “Pies secos, pies mojados”, que le otorgaba la residencia a los cubanos que lograran llegar a su territorio, nuevamente, nuestro sistema de control migratorio se vio afectado por el éxodo de cubanos que aumentó el tránsito por nuestro país.

Familias enteras con niños y adolescent­es se lanzaron en una peligrosa aventura, afrontando los riesgos de atravesar nuestra espesa selva conocida como el “Tapón de Darién” para continuar su ruta hacia Norteaméri­ca en la búsqueda de un futuro más próspero. Mientras tanto, todos estos desplazami­entos han comprometi­do a nuestra nación a ocuparse de costos “no presupuest­ados”, los cuales el Estado ha tenido que asumir para cumplir con la asistencia humanitari­a a estas personas y un tratamient­o digno en diferentes zonas de albergues.

Nuestra comunidad de Bajo Chiquito, ubicada en la Comarca Emberá Wounaan, es el mejor ejemplo, pues es la primera parada en suelo habitado y seguro, donde sus residentes acogen sin los recursos necesarios a los migrantes, después de haber cruzado la selva de Darién.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Panama