Empezaron ayer a echar parte del cerro Caacupé
En la tarde de ayer funcionarios del MOPC iniciaron el derribo de rocas de la ladera del cerro ubicada a un costado de la Ruta 2 Mariscal Estigarribia, para asegurar que no ocurran más desmoronamientos como el ocurrido el miércoles último y que obstaculiz
YPACARAÍ (Patricia Meza, corresponsal). El desprendimiento de una parte del cerro Caacupé ocurrió a la altura del km 47 de la Ruta 2, en la jurisdicción de la compañía Pedrozo de Ypacaraí. Personal del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) no sabían al principio de qué manera se procedería a echar las rocas que representaban un riesgo de que también caigan.
En un momento dado se pensó que podría dinamitarse aquella parte, pero finalmente decidieron removerla con maquinaria pesada de una empresa privada denominada El Camino SRL.
Ese trabajo comenzó ayer, luego de que el geólogo Benjamín Pistilli examinara la zona y se evaluara la mejor forma de desprender sin peligro la formación rocosa que generaba peligro de derrumbe.
Esa actividad se llevó a cabo en presencia del director de Vialidad del MOPC, Ing. Ignacio Gómez, y del mencionado geólogo.
Según el técnico de la referida empresa, Joel Ojeda, se tiene previsto trabajar en la zona hasta el martes próximo, día en que terminarán de realizar ya tanto la demolición como la construcción de un talud en forma de escalera.
De esa forma, agregó, si vuelve a producirse algún desmoronamiento las rocas caerán hasta el muro y no llegarán hasta el asfaltado, y de esa forma se evitará que se produzcan accidentes.
El geólogo Pistilli mencionó que la idea es realizar unos pequeños escalones aprovechando la naturaleza de las rocas areniscas y la arcilla caolín, para resguardar de esta manera el área de la carretera.
Los funcionarios del MOPC avisaron que el tránsito de vehículos desde ayer se realiza en contravía desde el km 48 hasta el km 46, para los que descienden la serranía con dirección hacia la capital del país.
Agentes de la Patrulla Caminera se encuentran en el sitio de manera a controlar la circulación correcta de automotores.
Cuando se produjo el derrumbe de la ladera del cerro Caacupé afortunadamente ningún vehículo fue alcanzado por las rocas. El tráfico se interrumpió por horas, hasta que se habilitó la circulación a contravía.