Proselitismo cooperativo
Las cooperativas menonitas del Chaco Central siempre insisten en que no forman parte de ninguna clase de actividad política partidaria. Pero no siempre cumplen con este principio fundamental cooperativo, sobre todo en los últimos tiempos. Cuando el mes pasado la dupla oficialista de los precandidatos colorados conformada por el Santiago Peña-Luis Gneiting realizó un acto proselitista en la zona, el siempre polémico político menonita Peter Siemens de Neuland dijo públicamente que las cooperativas del Chaco y los demás que integran la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), les votarán todos en pleno, según le había dicho Edwin Reimer, presidente de Fecoprod.
Hasta ahora, ni Fecoprod ni cooperativa alguna ha marcado distancia de esta afirmación proselitista. Está demás decir que recuerda a los viejos y mejores tiempos del gobierno de Alfredo Stroessner, cuando la población de las colonias menonitas en su conjunto fue anotada como votante a favor del dictador, como afirman directivos de aquella época. Aunque, luego nadie acudió a votar y tan siquiera había urnas en la zona.
Recientemente, el precandidato Santiago Peña habló en la Fecoprod, agradeciendo la invitación para conversar juntos sobre proyectos de producción para la zona. Es decir, Fecoprod no espera hasta que un precandidato sea ungido como oficial, sino ya lo invita antes, lo que equivale a realizar un proselitismo interno partidario. En este caso, a favor de la Asociación Nacional Republicana (ANR).
Inclusive, se comenta, que hace un tiempo hubo opiniones de algunos directivos de Fecoprod, en el sentido de crear un propio partido, para promover políticas cooperativas y candidaturas políticas, lo que otros rechazaron enérgicamente. Y recordemos, hace dos años, algunos directivos de la cooperativa Chortitzer escogieron y promovieron su propio candidato colorado para la intendencia de Loma Plata, aunque después lo negaron, faltando a la verdad. Estos son solo algunos ejemplos presagiando una peligrosa corrosión del principio cooperativo a la neutralidad, garante histórico de credibilidad, producción y crecimiento.
Algunos directivos aprovechan el peso económico que tienen las cooperativas, para convertirlo en peso político, mercadean con esto y creen que esto debe ser el nuevo rumbo. Pero, olvidan que la actividad política, sea visible u oculta, ya destruyó a muchas cooperativas en este país y el mundo.
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