Escuchando a los chicos
El viernes recibimos la visita de un centenar de alumnos de la Escuela Nacional de Comercio de Yaguarón. Es habitual que a ABC lleguen periódicamente delegaciones de estudiantes de todo el país para conocer el sistema de trabajo de los diferentes medios del grupo.
Aprovechando la presencia de los chicos, le pedimos a la producción de la 730 AM que seleccionara a algunos para conversar con ellos al aire.
Fueron cinco, cuatro mujeres y un varón, de entre 13 y 17 años, quienes nos sorprendieron.
Pese a que podríamos suponer que a esa edad solo están en la pavada y cargados de ingenuidad, encontramos a niños y adolescentes con ideas muy concretas sobre la realidad que viven.
Comenzamos hablando de las redes sociales y las noticias falsas que circulan. Un par nos dijo que si bien reciben muchas cosas por WhatsApp o Facebook, siempre miran las páginas de noticias que ya conocen, para comprobar si es verdad lo que circula.
En el colegio dijeron que si tuviesen que cambiar algo, quieren sentir que las materias que les están enseñando les van a servir, el varón del grupo pidió por ejemplo tener más horas de contabilidad en reemplazo de algunas charlas de orientación.
Todos también coincidieron en pedir que haya más disciplina, pero no aquella que imaginamos asociada al maltrato o al autoritarismo, sino que exista un principio de autoridad en clase, ya que comentaron que hay profesores que parecen desganados y sin importarles que los alumnos entren y salgan cuando quieran.
Cuando les planteamos qué cosas específicamente cambiarían de su día a día en su comunidad, la primera respuesta fue que exista más igualdad de oportunidades, comenzando por la escuela y los privilegios que muchas veces se otorgan a algunos alumnos, dependiendo de qué vínculos o padrinos tenga.
Otra de las chicas dijo que le gustaría que no haya niños descalzos mendigando en las calles, y tres de ellos coincidieron en decir que, indudablemente, cambiarían la inseguridad, recordando que tienen que ir y venir del colegio, caminando o en colectivo, y que son frecuentes los casos de peajeros que los tienen como víctimas.
Les preguntamos sobre el futuro que imaginan para ellos. La más chiquita del grupo nos dijo que quería ser administradora, otra nos comentó que quiere ser veterinaria, otra quiere estar vinculada al mundo rural, la otra odontóloga o contadora, y el varón, con cara de picardía, nos dijo que quiere ser primero electricista de automóviles para ganar un poco de dinero para estudiar luego ingeniería industrial, ya que es una carrera costosa.
Involuntariamente, y quizás sin saberlo, los chicos nos dejaron un aire de frescura en medio de tantos líos y malas noticias, como para recordar aquella frase de Saint-Exupéry, autor de El Principito, quien sostenía que todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan.