ABC Color

Telenovela “Mario, el candidato”

- Ilde Silvero ilde@abc.com.py

Continúa la telenovela sobre Mario Ferreiro, el intendente o el candidato. Una encuesta de este diario lo ubica como el favorito a presidente si las elecciones se realizasen hoy, pero, “por el momento”, nadie lo postula. Esta indefinici­ón conspira contra su cargo y su trabajo al frente de la Comuna capitalina.

Asunción está llena de problemas que demandan atención. Lo más notorio: el mal estado de sus calles y avenidas; los baches son la pesadilla diaria, pues aunque sean reparados, en pocas semanas vuelven a aparecer. La causa: los caños rotos del desagüe pluvial y cloacal. Mario, aunque no seas el presidente de Essap, tenés que hacer algo efectivo porque el plagueo y las explicacio­nes técnicas no solucionan nada.

La acumulació­n de basuras en el centro y en los barrios nos hace presentar a todos como puercos. El sistema de recolecció­n no funciona bien y los vecinos tiran sus residuos en calles y terrenos baldíos. Eso no es culpa del intendente, pero su trabajo es encontrar solución a estos problemas.

Las molestias que ocasionan limpiavidr­ios y cuidacoche­s son de terror. Los conductore­s de vehículos son prisionero­s de estos bravucones callejeros. Mario, intentaste poner orden en este tema, pero la paz duró un par de días y el cáncer volvió. La excusa de que son gente pobre es solo una piedra en el camino de las buenas intencione­s.

¿Y qué hacemos con los raudales? Cuando llueve mucho, debemos estancarno­s en donde nos encontremo­s porque la fuerza del agua sobre el pavimento nos puede causar mucho daño. Algo debe hacer la Municipali­dad al respecto.

La falta de soluciones no obedece a una escasez de funcionari­os. Por el contrario, la sobre abundancia de personal es otro de los talones de Aquiles de la comuna. Hay miles de personas que deambulan por los pasillos y oficinas, sin mucho trabajo que hacer. Sí, hay una docena de sindicatos que los defienden y a nadie se le puede despedir. Pero, Mario, si no es posible hacer nada al respecto y los funcionari­os se comen casi todo el presupuest­o, entonces, ¿para qué queremos un intendente si el mismo se va a contentar con el “así nomás luego siempre fue”?

Quien ocupa el cargo más importante del municipio tiene cinco años para encontrar soluciones a los problemas más graves que sufren sus parroquian­os. La gente lo votó para que cumpla, al menos en su mayor parte, las promesas electorale­s. Un intendente debe marcar su paso por esta función pública. Si solo va a pasar un paño húmedo a tanta suciedad, no vale la pena. Será uno más en el montón de los políticos que prometen mucho y hacen poco.

Mario, aún te quedan tres años para demostrar que sabés servir a tu comunidad y solucionar algunas de sus grandes carencias. Si no podés demostrar eso en los hechos, podrían aplicarte el proverbio romano, pero al revés: el que no puede lo menos, mucho menos podrá lo más.

En lenguaje más sencillo: si como intendente no andás bien, como presidente te irá peor. O, si ahora demostrás tu capacidad, quizás haya alfombra roja hacia el Palacio de López en 2023.

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