¿Cómo llegó la brucelosis a Veterinaria de la UNA?
El propio jefe de la División Caprinos de la Facultad de Veterinaria, el doctor Carlos Alberto Espínola, habría propiciado el contagio de brucelosis, de acuerdo a los indicios. El profesional inseminó a diez cabras dentro de un establecimiento donde vario
Aparte de ser jefe de la División Caprinos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional, el doctor Carlos Alberto Espínola es también el propietario del Servicio Integral de Reproducción (SIR Paraguay), una empresa dedicada a servicios de biotecnología de la reproducción, dirigida principalmente a animales bovinos, ovinos y caprinos. Esta también presta servicios particulares a la facultad.
Según se lee en un posteo hecho en la fanpage de SIR Paraguay, se prestó un servicio de inseminación artificial videolaparoscópica en la cabaña San Guillermo el 17 de noviembre de 2016.
La citada cabaña es un establecimiento que fue intervenido a finales de 2016 porque sus cabras dieron positivo a brucelosis, según lo confirmó el propio titular de Senacsa, Hugo Idoyaga. Su propietario, Guillermo Battochi, fue incluso apartado de la Sociedad Paraguaya de Caprinos por prácticas irregulares.
Dos meses después, el 1 de febrero de 2017, SIR volvió a publicar que realizó un trabajo similar en la Facultad de Ciencias Veterinarias, donde semanas atrás tomó estado público que una alumna fue contagiada de brucelosis, y luego fueron confirmados cuatro casos más por el Ministerio de Salud, además de muchos otros a nivel privado.
Uniendo los cabos, es posible concluir que la brucelosis pudo haber llegado a la casa de estudios en los aparatos utilizados en las inseminaciones por SIR, utilizadas antes en las cabras contaminadas de la cabaña San Guillermo.
Una fuente identificada por este diario, y que es resguardada, señaló que en esa cabaña se inseminaron diez cabras, de las cuales nueve dieron positivo en la primera prueba de brucelosis practicada ya luego del escándalo.
Esta misma fuente asegura que también se usó el semen donado por cabaña San Guillermo en la UNA y no como declaró el doctor Espínola ante el Ministerio Público: que el material genético fue extraído de un macho cabrío de la granja de la facultad. Esta versión del profesional no concuerda con lo que publicó en el Facebook el 1 de febrero, donde dice claramente que fue una donación.
Senacsa tenía conocimiento
Un informe del Senacsa al que accedió ABC Color –además de que Idoyaga lo reconoció, aunque no se sabía cuándo– da cuenta que la institución fue notificada de los casos de brucelosis en esos meses.
Las pruebas que el laboratorio privado Brambilla remitió a Senacsa (cuyas muestras fueron extraídas el 4 de enero y recibidas el 5 de enero) muestran que 19 cabras de 180 analizadas en la cabaña San Guillermo dieron positivo a brucelosis.