La verdad es compartida
Lourdes Peralta
En vísperas de la vigencia de la Ley 5777, promulgada hace un año, de protección integral a la mujer contra toda violencia. Sin entrar en el laberinto jurídico (ni demeritar que este es un tema interesantísimo, sobre todo desde la filosofía del derecho), creo que podemos hacernos preguntas personales y en silencio o compartiendo ideas en grupos de confianza. Siempre hay algún maestro, líder o guía natural que puede darnos, en vez de amenazas o disputas, nutriente para las ideas y sentimientos, algo tan necesario para ayudar a desenredar los males sociales y lograr un poco de paz.
Tanto a nivel popular como oficial, los debates y discusiones sobre la violencia contra la mujer a nivel popular se han tornado cerrados y ofensivos. Se utilizan respuestas automáticas como si la sociedad fuera algo estático o se cambie a la fuerza y de sopetón. No es así, la sociedad es compleja y está compuesta por dos fuerzas: mujeres y hombres, a su vez hembras y machos, a quienes se ha enfrentado, no sé si decir primitiva o civilizadamente, y poco y nada se trabaja por la complementariedad.
Ideas extremistas como “la mujer puede andar desnuda o borracha y nadie debe tocarla”, “la mujer si mató a un hombre seguro era maltratada”, “la mujer es víctima en todos los casos”, son algunas de las frases que las feministas repiten constante y vehementemente, y a la par se niegan a ver detalladamente cada caso.
Nadie niega que existen asesinatos de mujeres y sus autores merecen ser procesados penalmente, pero las razones son múltiples, no siempre es odio hacia las mujeres, por eso no debe calificarse como feminicidio. Este término nuevo quiere decir “matar a una mujer por su causa de su género”. Sí, existe el odio hacia la mujer, se llama misoginia. En contrapartida, también existe la misandria o el odio hacia el hombre. Inescrutable como es el interior humano, ocurre en ambos sexos y puede darse también contra el propio sexo (o ambas aversiones son misantropía: odio al género humano). Pero, entrar a discutir la enfermedad es arriesgado si no somos profesionales, lo que sí sabemos es que no se debe generalizar lo particular.
Hoy se ha vuelto desgastante hablar sobre el hombre y la mujer. Entramos fácilmente en una competencia de culpas y de inocencias, virtudes y vilezas.
Uno de los temas que enciende la mecha es el del acoso callejero, lo cual no está mal que se discuta, pero sí es negativo definirlo como precedente a la violación y el asesinato. Me parece que utilizar los casos extremos no crea conciencia sino pánico y paranoia.
Sepamos separar la paja del trigo, es minucioso y tedioso, pero esencial para avanzar integralmente.
Hay que creer en la razón humana como camino del darse cuenta. La inteligencia femenina naturalmente tiene cimientos en la tolerancia y la sensibilidad, algo que el feminismo en su discurso aparta como si fueran males o debilidades. No se necesita degradar ni amenazar, para ejercer el derecho que corresponde.
Dejo aquí, días previos a la marcha feminista, una frase filosófica para quien quiera considerarla: “La verdad se produce al contacto de dos oposiciones, ninguna de las cuales es cierta; la relación entre ambas es cierta” (Simone Weil). En el marco del 25 de noviembre, “Día de la eliminación de la violencia contra la mujer”, varias organizaciones sociales vienen realizando diversas actividades. Mañana, frente al Hospital de Barrio Obrero, en Asunción, desde las 8:00, realizan una acción por un parto más humanizado sin violencia obstétrica.
“Por el parto humanizado, sin violencia obstétrica” es el lema con el que el Movimiento por el Derecho a la Salud “María Rivarola”, Asociación Latinoamericana de Medicina Social (Alames-Paraguay), Centro de Documentación y Estudios (CDE), organización del 25N, “El parto es mío” y el Centro de Atención Familiar (CAFA) de Mil Solidarios realizarán un acto, de 8:00 a 11:00 horas, frente al Hospital de Barrio Obrero, en Asunción mañana, viernes 24 de noviembre. “Es una de las actividades realizadas en el marco del 25 de noviembre, “Día de la eliminación de la violencia contra la mujer” y hablaremos sobre violencia obstétrica, una violencia que muchas mujeres pasan durante el proceso del parto”, dijo Victoria Peralta del Movimiento por el Derecho a la Salud.
Mujeres campesinas