Vecinos insisten en cierre de empresa, pero esta afirma que está habilitada
La empresa Archer SA dice que cuenta con la documentación que le habilita a operar una planta industrial en Loma Grande. Sin embargo, un grupo de vecinos exige su cierre por poluir el ambiente. La denuncia fue confirmada por Seam.
LOMA GRANDE, Dpto. De Cordillera (Patricia Meza, corresponsal). Se trata de la planta industrial de carburo de silicio de la compañía brasileña Archer, del Grupo Sigbras, cuyo gerente general en nuestro país es João Frizzone. Fue inaugurada en octubre de 2017 por el presidente Horacio Cartes en este distrito, en los límites con Nueva Colombia y Altos.
Desde su funcionamiento un grupo de vecinos liderados por Gustavo Taboada comenzó a denunciar que la fábrica genera un polvo que contamina el aire, arroyos de la zona y la calle que cruza frente a la planta industrial. Además, que causa alergias a los pobladores, principalmente niños y adultos mayores.
Según indicaron existen días en que se observa polvo negro en el ambiente y que se siente un hedor apenas soportable. Asimismo, piensan que no es casualidad que tres vacas y todos los patos de un gallinero hayan muerto el mismo día en la zona.
El consultor ambiental de Archer SA, Samuel Jara, explicó que la empresa se encuentra al día con la licencia ambiental emitida en 2015 por la Secretaría del Ambiente (Seam).
Indicó que la reglamentación de la Ley 294/93 “De evaluación de impacto ambiental” establece que una vez que se obtiene la licencia ambiental no vence mientras dure la actividad, siempre que se cumpla la condición de presentar cada dos años informes del cumplimiento del plan de gestión ambiental en un formato de auditoría ambiental. El último reporte de la firma es del 19 de octubre pasado y fue aprobado por resolución número 3535/2017, según documento exhibido por Jara.
En cuanto a desechos negros (coque de petróleo) supuestamente arrojados a la calle y a arroyos de la zona, Jara indicó la fábrica tiene una planta de tratamiento residual y que reutilizan el agua constantemente. Lo que fluye hacia la calle son aguas de lluvia, subrayó.
Por otro lado, el ingeniero ambiental Aldo Méndez, empleado de la industria, dijo que controlan la emisión de polvo con un sistema de regadío constante.
El 9 de enero último, la Seam intervino la planta industrial y constató restos de carburo de silicio en caminos vecinales y un olor fétido al momento de funcionamiento de los hornos. Los técnicos recomendaron plantar árboles de gran tamaño alrededor de la fabrica y utilizar una cámara de captación de gases y cambiar los extintores vencidos, indicó el ingeniero Méndez.
Actualmente la fábrica se encuentra gestionando la adquisición de árboles de cinco metros de altura para la creación de espacios verdes, así como en optimización del sistema de captación de residuos sólidos para cumplir la recomendación de la Seam. Ambos ambientalistas aseguraron que la empresa se encuentra sin actividad mientras se ponen al día con recomendaciones de la Seam.
Los lugareños explicaron que presentaron una denuncia en la fiscalía para que la planta fabril sea clausurada definitivamente.