Potencial turístico
Desde hace varios años y a pesar de los periódicos embates de las riadas, el Ñeembucú sigue mostrando que es un departamento con gran potencialidad para el turismo. Con escasa inversión del Estado, que históricamente ha abandonado a este territorio sureño, poblaciones como Cerrito, Humaitá, Itá Corá, General Díaz, Paso de Patria y Aberdi, reciben cada vez más visitantes.
Atraídos en algunos casos por su exuberante naturaleza, en otros por su patrimonio histórico y en la opción alberdeña por las ofertas del comercio local, estos distritos requieren de caminos en mejores condiciones e inversiones públicas y privadas para mejorar los servicios que se ofrecen a los viajeros. La limitación más evidente sigue siendo su precaria infraestructura vial, una de las más pobres del país y que requiere aún de una inversión muy importante por parte del Gobierno para superar tantos años de olvido.
Salvo el caso de Alberdi, que ya cuenta con una obra de asfaltado en curso y que en los próximos meses llegaría a este destino en el norte del departamento, los demás distritos re- quieren de un esfuerzo estatal para avanzar a su integración total. En medio de estas limitaciones, la belleza del lugar hace que miles de familias opten por viajar y disfrutar de la belleza de estos sitios e incluso retornen periódicamente, demostrando que el magnetismo que tienen las mejores playas naturales del Paraguay y su riqueza íctica.
Además, el alto valor histórico de la zona, hace que valga la pena el esfuerzo. Una inversión para afirmar estos caminos, sería un acto de justicia para los estoicos habitantes de estos pueblos, que en muchos casos ya perdieron la esperanza de disfrutar en vida de buenos caminos. Asimismo, es necesario que los gobiernos locales y el departamental hagan lo suyo.
Además de invertir correctamente los recursos que disponen, deberían ser más interesados a la hora de mostrar la belleza de los pueblos de la zona, y ser hábiles gestores para interesar a inversores privados en la construcción de nuevos hoteles, restaurantes y otros servicios para los visitantes.
Un Plan de desarrollo turístico que contemple una inversión conjunta será suficiente para cambiar la historia de los habitantes de la zona.