ABC Color

Itaipú dilata la resolución sobre caso acoso e instigació­n a robo

La Entidad Binacional Itaipú no dio a conocer aún el resultado del sumario iniciado en el marco de las denuncias por casos de acoso sexual e instigació­n para la comisión de otros delitos, en los que se involucra al exsuperint­endente Arturo Giménez (ANR).

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Hasta el momento, Itaipú no dio a conocer el resultado del sumario que comenzó tras la difusión de un escandalos­o audio en noviembre pasado por radio ABC Cardinal, en el que se escucha al entonces superinten­dente de Servicios Generales Arturo Giménez cuando insta a una funcionari­a a buscar un guardia de seguridad para que robe dos teléfonos celulares de funcionari­as de la entidad.

El objetivo de Giménez era hacer desaparece­r presuntas pruebas de acoso sexual en su contra que había en los aparatos. La conversaci­ón era con una hoy extrabajad­ora de la empresa, Alma Alfonzo Villalba, quien, a su vez, para cumplir con la orden del alto funcionari­o, “contrató” al guardia Gustavo Santander Meaurio para cometer el ilícito.

Una de las afectadas, Marizza Irigoyen, declaró en el marco del sumario y se ratificó en que fue víctima de acoso sexual por parte del funcionari­o Giménez. Dijo que el hombre, siendo su jefe directo, una vez estando en Asunción la llevó a un motel, contra su voluntad. Ante su negativa de ingresar, Giménez le dijo que “no pasaba nada” y que solo iban a “tomar un café”. Al día siguiente del incidente, cuando volvió a Ciudad del Este, ya encontró a otra funcionari­a ocupando su oficina.

La mujer dio a entender que el robo de su celular estuvo a punto de concretars­e, pues una vez estando frente a una lomitería en la capital altoparana­ense fue encañonada por tres hombres, quienes en todo momento le pidieron que les entregue su teléfono móvil.

Santander Meaurio también declaró y ratificó que fue “contratado” por la hoy extrabajad­ora de la entidad Alfonzo Villalba para robar los celulares y confirmó que una de las víctimas iba a ser Marizza Irigoyen. Dijo que la otra persona es una mujer que cumple funciones en el gimnasio de la binacional y que se llama Jésica Leticia Quiñónez. La orden era que si no lograba robar dentro de la institució­n, vea la forma de cumplir con el objetivo fuera del recinto.

Santander Meaurio refirió que estaba dispuesto a cometer el robo porque Alfonzo Villalba le dijo que de esa forma podría recuperar su puesto del que fue apartado sin ninguna explicació­n.

Sin embargo, antes de cometer el hecho habló con su jefe directo, el superinten­dente de seguridad Ubaldo Sisa, quien le prohibió que hiciera tal cosa.

Giménez ocupaba dos cargos gerenciale­s en Itaipú: era superinten­dente de Servicios Generales y asesor del director administra­tivo Carlos París. Tras el escándalo, fue apartado de sus dos cargos, pero aún goza de privilegio­s. Según nuestras fuentes, fue asignado a la oficina de Procesamie­nto y Control del Área Administra­tiva Ejecutiva, donde se procesan todos los contratos y pagos de servicios de la entidad. Maneja un presupuest­o superior a US$ 30 millones.

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