El 48% no accede a internet
total de viviendas en el país asciende a 1.751.451 unidades. Es decir, más del 57% de las casas de los paraguayos requieren alguna refacción, reparación o renovación. La Senavitat, a través de su plan de asistencia a los más vulnerables, ofrece opciones de subsidios y financiamientos que aún son insuficientes para la demanda real de hogares dignos y confortables en el país.
Alrededor de 2.700.000 paraguayos (de 10 años y más) aún no acceden a internet en nuestro país, según datos de la Encuesta a Hogares 2016. La cifra nos deja entre los más rezagados en la región. El reporte indica que al momento de las entrevistas, 2.890.515 ciudadanos manifestaron que tuvieron acceso a la red, mayormente a través del teléfono móvil en un 95,5%.
Sin embargo, el uso de banda ancha fija sigue relegado ante la ausencia de políticas y el elevado costo. Esto se evidencia justamente en la baja cobertura de los hogares, solo el 27% de la población accede a este medio en sus casas y únicamente un 20% dijo que accede en su lugar de trabajo.
La deficiencia en materia de infraestructura tecnológica se acentúa en la población rural, donde apenas el 8% de la población tiene acceso a banda ancha fija en su vivienda, y un 7,49% en su lugar de trabajo. La herramienta más utilizada para la interconexión es el celular, que permite el acceso al 96% de la población rural.
El acceso de banda ancha fija plantea como principales retos aumentar la oferta de servicios. Son varios los factores inhibidores específicos y ellos están vinculados a cuestiones de la de US$ 4.985.000 en favor de la política habitacional local, con instituciones de Chile, Alemania, Corea y de organizaciones internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), ONU Hábitat, Cities Alliance, Lincoln Institute of Land Policy, Land and Housing Corporation y Koica entre otras. oferta, como el despliegue de la infraestructura. Es preciso desplegar esfuerzos considerables para conectar a más personas en la región, una tarea que no se limita a proveer acceso a Internet, sino también servicios de banda ancha de alta calidad que fomenten la eficacia y la innovación de empresas, ciudadanos y gobiernos. Para ello se necesitan infraestructuras, mercados abiertos y competitivos y una demanda estimulada mediante políticas que aborden cuestiones de asequibilidad, emprendimiento, competencias y confianza, menciona un estudio del BID al respecto.