Sin tecnología, no se podrá elevar la producción frutihortícola local
Con capacitación y tecnología de producción intensiva se podrá elevar la oferta de productos frutihortícolas nacionales que en ciertas épocas del año se tienen que importar, afirma en esta entrevista el viceministro de Agricultura, Ing. Mario León. Eso rompería estacionalidad de productos como tomate, locote, cebolla y papa.
La atención de la demanda de frutas y hortalizas hoy depende en gran medida de la provisión extranjera. La idea es reducir esa dependencia, según sostuvo el viceministro.
–¿Qué planes tiene el MAG para aumentar la producción de frutihortícolas la mayor parte del año y disminuir su importación?
–Hay planes de capacitación e información en tecnologías de producción intensiva que apuntan a ir elevando la oferta interna de productos que forman parte de nuestra canasta diaria de alimentos. Por citar, tomate, locote, cebolla y papa, donde los umbrales de oferta están en 60% y 80%.
–¿Cuáles son esos planes?
–Todo lo que tenga que ver con la instalación de sistemas de mallas de media sombra, pozo artesiano, sistemas de riego, invernadero, apuntan a que esa oferta pueda mantenerse a lo largo del tiempo y por sobre todas las cosas, romper la estacionalidad que tenemos con estos productos.
–¿El ministerio está preparado para llegar a eso?
–No solo está preparado, tiene la cooperación de varios organismos internacionales, como el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, que ha enviado misiones dos veces al año para evaluar y monitorear, a los efectos de ir mejorando todo ese paquete tecnológico que tiene que ver con la adopción de estas tecnologías que muy fuertemente el ministerio viene apoyando con el sector privado, y por sobre todas las cosas insistir mucho en materia de capacitación a los productores para que todos estos nuevos conocimientos sean bien aprovechados.
–¿Hay recursos para encarar todo eso?
–Se cuenta con recursos a través de diferentes programas y proyectos del ministerio. En los últimos años inclusive, se dejó de importar de Argentina ciertos productos que usualmente traíamos. Eso generó toda una repercusión en Argentina, hasta inclusive pusieron muchas veces en tela de juicio y quisieron limitar un producto estrella que enviamos a ese mercado, como es la banana, ante esa situación. Eso se da por los trabajos que impulsa el ministerio en materia de trabajar la oferta y llegar a ese umbral a fin de autoabastecernos internamente.
–Comerciantes del Abasto dicen que el 90% de papa y cebolla se importa de Argentina o de Brasil.
–Lo que nosotros solemos producir y muy estacionalmente, ronda entre 50% y 55%. Hoy estamos trabajando en una investigación con una cooperación coreana en la cual están validando variedades de papa y cebolla que se adapten a nuestras condiciones climáticas, tanto de siembra temprana como tardía, para poder ir llegando a ese umbral necesario y por qué no pensar el día de mañana también tener oferta y poder exportarlo.
–En el caso del tomate ¿qué porcentaje la producción nacional cubre la demanda interna?
–Dependiendo de ciertos meses en que hay sobre ofertas, están en el 85% al 90%. Eso va oscilando, dependiendo del comportamiento y sobre todo dependiendo de la época. Donde más cuesta producir es en primavera y verano, épocas de altas temperaturas. Pero está la tecnología y están las variedades resistentes a nuestro excesivo calor como para poder tener esas ofertas en igualdad de condiciones a otras épocas, y es ahí donde estamos apuntando.
–¿Hay posibilidad de contar con semillas resistentes a esos niveles de temperaturas?
–Sí, hay posibilidades. Inclusive muchas firmas privadas están introduciendo materiales genéticos que están siendo validados en nuestros institutos de investigación y también en los institutos privados, como Cetapar (Centro Tecnológico Agropecuario del Paraguay), y entre todos efectivamente poder tener las ofertas estables todos los meses del año y dejar de depender del mercado de afuera.