Temer despliega Ejército contra inseguridad en Río
El presidente brasileño, Michel Temer, ordenó ayer que las fuerzas armadas tomen el mando de las fuerzas policiales en el estado de Río de Janeiro para luchar contra el crimen organizado y evitar que esa “metástasis” se siga propagando por todo Brasil.
RÍO DE JANEIRO (AFP, EFE). La intervención federal en el área de seguridad de Río es una medida inédita desde la restauración de la democracia en 1985, tomada por el Gobierno debido al descontrol imperante en el segundo estado más rico del Brasil.
“El crimen organizado casi tomó el control” de Río y se ha convertido en “una metástasis que se propaga por el país y amenaza la tranquilidad de nuestro pueblo”, advirtió el mandatario tras firmar en Brasilia el decreto.
La medida, que regirá hasta fines de diciembre, cuando concluya su presidencia, supone que las fuerzas armadas asuman el control total de las operaciones de seguridad y comanden a los distintos cuerpos policiales y el sistema carcelario.
Al mando estará el general Walter Souza Braga Neto, que se había destacado como coordinador de operaciones durante los Juegos Olímpicos de 2016.
La grave situación de violencia en Brasil se vio agravada en Río por la virtual bancarrota del estado, que paga con meses de atraso los salarios de sus funcionarios, policías incluidos.
Esto ha facilitado la guerra sin cuartel entre bandas por el control del territorio y de las rutas del tráfico de drogas y armas.
Y es que Río soporta años de corrupción sistematizada.
Prácticamente todos los principales dirigentes del estado de Río en los últimos 20 años están en prisión o acusados de corrupción.
Incluyendo al último gobernador Sérgio Cabral, aliado del expresidente Lula da Silva, también condenado por corrupción.
Cabral utilizó el Mundial 2014 y los Juegos de Río para enriquecerse hasta el punto de desviar recursos de proyectos de mejora de las favelas.