Un obispo sugiere exiliar a políticos
En la homilía central de la misa de ayer, realizada en la catedral de Fuerte Olimpo, el obispo del Chaco, monseñor Gabriel Escobar, criticó duramente a las autoridades nacionales y de manera especial a las del departamento de Alto Paraguay. Al encarar el
FUERTE OLIMPO, Dpto. de Alto Paraguay (Carlos Almirón, corresponsal) ¿Donde están las autoridades de la gobernación, de los municipios, el MOPC, el Poder Judicial?, preguntó el religioso ante la grave crisis de aislamiento que una vez más afecta a localidades de esta región por la caótica situación de los caminos.
Creemos y sabemos que el Estado paraguayo otorga millonarios recursos a estas instituciones para desarrollar los trabajos que brinden confort a los pobladores, sin embargo, la realidad que se vive en la zona desde hace años es bien distinta, refirió.
“Los caminos privados construidos por grandes ganaderos se hacen muchas veces a costa de eliminar los caminos vecinales, entonces nos preguntamos: ¿qué hacen nuestras autoridades?”, mencionó en tono efusivo.
El viernes a la noche pudo llegar finalmente el tractor con acoplado a esta comunidad proveniente del internado Ñu Apua, distante unos 90 kilómetros, para llevar provisiones a los alumnos y maestros que trabajan en el lugar, relató monseñor.
El viaje fue una odisea y demoró casi todo el día debido a las malas condiciones del camino, que es consecuencia de la falta de voluntad política de gobernantes de la zona que no se preocupan en encontrar soluciones definitivas a pesar de la cantidad de recursos que reciben anualmente del Estado. Un ganadero alemán cercano a la escuela se encargó de costear 5 viajes en avión para transportar víveres hasta el sitio.
El obispo Gabriel Escobar dijo que desde hace varios días se ve una gran mortandad de peces en la zona del pantanal bañado por el río Paraguay, y preguntó ¿dónde están las autoridades como la Seam, de la salud, los municipios?
Agregó que a nadie preocupa la salud de los moradores de esta región, que consumen los peces en ese estado y beben agua del lugar, a sabiendas de que la mayoría de las poblaciones ribereñas carecen de sistemas de agua tratada. “Primero el zoquete”, dijo monseñor sobre el caso del autoblindaje realizado por un grupo de legisladores. “A estas personas solo les interesa asegurar el zoquete a costa del sufrimiento del pueblo que sigue padeciendo penurias”, enfatizó.