Dime con quién andas...
Jesús Ruiz Nestosa
SALAMANCA. “Reventamos a la izquierda, el feminismo y la ideología de género”. Esta frase pertenece al mensaje que colgó el argentino Agustín Laje después de la conferencia pronunciada en el local de la Asociación Nacional Republicana (ANR), Partido Colorado, que contó con la presencia del presidente de la República Horacio Cartes y el candidato a la presidencia por este partido Mario Abdo Benítez. Es una transcripción literal que Laje colocó en su cuenta de Facebook.
En un país democrático, en un régimen democrático, en un grupo de gente democrática, en un partido con vocación democrática, no se “revienta” a nadie. Se discute, se polemiza, se exponen argumentos, se aportan ideas, se intercambian opiniones.
Se hace lo que sea necesario para que cada uno de los contrincantes ofrezca lo que sea necesario para sostener, de manera racional, la posición que defiende. Pero “reventar”, nunca.
La conferencia en la que se “reventó” a todos esos movimientos estuvo a cargo de los ya mencionados Agustín Laje y Nicolás Márquez, autores de “El libro negro de la nueva izquierda: Ideología de género o subversión cultural”, si bien el tema de la conferencia en la ANR fue: “Principios republicanos, propuestas y desafíos”.
Para entender mejor el tono de la conferencia hay que recordar que Nicolás Márquez es también autor del libro “El secretismo de Estado” en el que defiende la inocencia de Jorge Rafael Videla, quien debe ser el mayor genocida argentino después del general Juan Manuel de Rosas.
El autor alega que todas las acusaciones contra Videla son falsas y que los juicios promovidos por el expresidente argentino Néstor Kirchner fueron “por venganza”.
Según Darío Filártiga, mano derecha del presidente Cartes, la conferencia se organizó a pedido de monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción. De no ser cierto, es de rigor que el arzobispo desmienta tal afirmación. De ser cierto, solo se espesan aún más los negros nubarrones que se ciernen sobre los cielos de nuestro país. Y alcanza también al propio Partido Colorado y su presidenciable Abdo Benítez, quien dos días antes, en un discurso pronunciado en un acto proselitista dijo que en su gobierno dará cabida a una gran cantidad de mujeres.
¿Serán elegidas ellas entre las “feministas” que fueron “reventadas” por los disertantes cuyo discurso aplaudió?
Debe preocuparnos a todos que un partido político poderoso como es el Partido Colorado, actualmente en el poder, dé cabida en su cuartel general a dos filofascistas que han venido a “reventar” a la izquierda y a la “ideología de género” que, en todo caso es una posición pero que no alcanza a ser, en rigor, una ideología.
Si se trata, como ellos mismos se definen, de “un partido de hombres libres”, flaco favor les hace un acto como este al tiempo que se desmoronan de manera estruendosa aquellas esperanzas que muchos habíamos puesto en Marito Abdo Benítez.
Es evidente que nuestros gobernantes no se dan por enterados que el país está pasando por una situación extremadamente grave donde no solo la democracia, sino también la misma institucionalidad, experimentan un proceso de peligrosa fragilidad.
En lugar de invitar a filofascistas a dar conferencias para denostar contra la izquierda, los movimientos feministas, los defensores de los derechos humanos y quienes buscan la igualdad de derechos para los homosexuales, tendrían que buscar a quienes puedan hablar en favor del correcto raciocinio, las libertades del ciudadano, la honestidad de los políticos, la modernidad, el respeto al otro, ideas todas que, lastimosamente, son peligrosamente subversivas para los políticos que actualmente nos gobiernan.
Tales ideas podrían terminan por desenmascararlos. Mientras tanto, sigamos marchando con paso firme a lograr convertirnos en un Estado fallido.