Economía casera y nacional
Si habitualmente gastás más de lo que ganás, pronto el agua te llegará al cuello y estarás en apuros. Esta regla básica de economía casera se aplica también a los países cuando los egresos estatales superan a los ingresos y los entendidos hablan de déficit fiscal.
Cuando una familia tiene un ingreso de unos cinco millones de guaraníes al mes pero, en promedio, sus gastos llegan a 5,5 millones, debe cubrir el faltante con préstamos de alguna fuente financiera. Un buen administrador empezará a recortar los gastos de luz, agua, salidas a cenar, compras en el súper y nada de lujos, hasta lograr el equilibrio entre la plata que entra y la que sale.
Argentina se encuentra ahora en una grave crisis económica porque el Estado no puede cubrir con sus recursos normales el volumen de sus gastos y navega en déficit desde hace años. Desesperado, el presidente Macri acudió al Fondo Monetario Internacional para pedir un salvataje financiero; consiguió acordar un enorme préstamo de 50.000 millones de dólares.
El FMI irá entregando los fondos a medida que el gobierno argentino vaya cumpliendo determinadas condiciones y metas. Macri debe reducir muchos gastos públicos, como los sueldos de altas autoridades, disminuir los subsidios estatales de los servicios como el gas, la energía eléctrica, el trasporte público, las asignaciones mensuales de los planes sociales, etc. Además, tiene que achicar el Estado con menos funcionarios en los diversos entes.
Todo lo anterior parece comprensible y ejecutable, pero en la vida diaria de la población el impacto será tremendo. Aumentarán las tarifas de los servicios públicos, habrá más gente desempleada, los precios de la canasta básica de alimentos subirán, pero los salarios de los trabajadores no se ajustarán en la misma proporción. Habrá que ver hasta dónde llega el descontento popular y qué factura política debe pagar Macri por este apriete de cinturones.
Traemos el tema a colación debido a que en nuestro país estamos empezando a experimentar la necesidad de que el Estado recaude más y también contraiga nuevos préstamos del exterior. Según la Subsecretaría de Estado de Tributación, en los últimos cinco años casi se duplicó el monto global de ingresos del Estado pero, paralelamente, también se multiplicaron por dos o más los gastos gubernamentales, razón por la cual se tuvo que utilizar los fondos de reserva del Banco Central y emitir los bonos soberanos (pagarés fiscales) para equilibrar las cuentas.
Hace cinco años, la deuda externa paraguaya ascendía a poco más de 2.000 millones de dólares, cifra que se fue incrementando con sucesivos préstamos y actualmente ya supera los 7.000 millones. Como somos un país pequeño, con una producción y un comercio exterior adecuado a nuestro tamaño, deber 7.000 millones de dólares no es poca cosa. Nuestra capacidad de pago ya está llegando al límite y el problema no es de fácil solución porque casi el 80% de los egresos del fisco cubre solo salarios de los funcionarios públicos.
Se abre así un interrogante de difícil pronóstico: ¿cómo hará el futuro gobierno para tapar el agujero fiscal?