Vientos de cambio en Cuba: abre su Constitución a la propiedad privada
La nueva Constitución de Cuba reconocerá la propiedad privada, la inversión extranjera y la limitación del mandato presidencial, en tanto repondrá la figura del presidente de la República y del primer ministro, siempre bajo el ojo vigilante del Partido Co
LA HABANA (AFP). La nueva Constitución, que se espera sea sancionada por el Parlamento el próximo fin de semana, será sometida a un referendo popular antes de su aprobación final.
El texto reafirma “el carácter socialista” del sistema político, económico y social, y el papel rector del gobernante y único PCC “como fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado”.
Esos planes iniciaron con la presidencia de Raúl Castro en 2008 y han quedado en manos de su sucesor, Miguel Díaz-Canel, quien tomó el mando el 19 de abril.
Castro dejó claro desde abril de 2016 que “no se permitirá la concentración de la propiedad (...) tampoco de las riquezas, la empresa privada actuará bajo límites bien definidos”.
La actual Carta Magna se promulgó en 1976, en pleno mandato del histórico dirigente Fidel Castro (1926-2016), hermano mayor de Raúl y desde entonces ha sido objeto de dos modificaciones parciales.
Según detalles del documento que publicó el diario oficial Granma se ratificará “constitucionalmente la importancia de la inversión extranjera para el desarrollo económico del país, con las debidas garantías”.
La economía de Cuba ha tenido problemas para crecer debido al recorte de los subsidios de su aliado Venezuela, el recrudecimiento del embargo comercial de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump y el azote de varios huracanes en los últimos años.
Forma de gobierno
Cuba también volverá a tener una forma de gobierno semejante a la que ostentaba antes de 1976, con presidente y vicepresidente de la República -que seguirá siendo elegido por el Parlamento- y un primer ministro.
Sobre este último puesto no se han dado detalles sobre sus funciones ni sobre cómo será elegido.
Sin embargo, se mantendrá sin cambios la dinámica de elección presidencial, a cargo del Parlamento, seleccionado entre sus diputados.
El presidente es elegido “por un periodo de cinco años, y puede ejercer ese cargo hasta dos mandatos consecutivos, luego de lo cual no lo puede desempeñar nuevamente”, dice la Carta Magna.
El período máximo de diez años fue el que cumplió Raúl Castro y que ejercería su sucesor Miguel Díaz-Canel.
Según la nueva Carta Magna, el presidente de la República podrá ejercer el cargo “por un período de cinco años” y “hasta dos mandatos consecutivos”, lo que supone un importante cambio en un país que estuvo gobernado por el líder histórico Fidel Castro durante casi cinco décadas, desde 1959 hasta 2008.
El presidente “ostenta la condición de jefe de Estado” y “es elegido por la Asamblea Nacional del Poder Popular” (Parlamento), avanzó el diario Gramma.
Otros cambios incluyen la eliminación de las Asambleas Provinciales del Poder Popular y su sustitución por un Gobierno Provincial, liderado por la nueva figura del Gobernador y su Consejo.
Identidad de género
La nueva norma dejará en claro el derecho a la no discriminación por identidad de género, que abre el camino al reconocimiento de algunas demandas LGBT.
Según adelantó hace unas semanas la diputada Mariela Castro, hija del expresidente Raúl Castro, la reforma constitucional abrirá el camino para tomar decisiones en favor de los derechos de las personas LGBT, entre ellos la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Cuba, que discriminó a los homosexuales en las primeras décadas de la Revolución de 1959, ha recorrido un largo camino en los últimos años que ha llegado hasta la autorización de las cirugías de cambio de sexo.
También se mantendrán los derechos a la libertad religiosa y la no discriminación por origen étnico y discapacidad.