Reclusos de la cárcel de Tacumbú continúan en situación infrahumana
La mayoría de los internos del penal de Tacumbú continúan en condiciones infrahumanas, cubiertos con harapos duermen sobre el piso húmedo debajo de los tinglados y en días de lluvia muchos deben soportar las filtraciones y raudales que inundan las celdas.
Una serie de fotografías y filmaciones que fueron enviadas por los mismos internos revelan como un grupo de reos tuvieron que aguantar todo un día arrinconados en una celda inunda por los raudales. La situación de los guardias no fue diferente, en una de las imágenes se ve a dos celadores tratando de guarecerse de un sector del pasillo, mientras el agua producto de las filtraciones corría mansamente bajos sus pies.
De acuerdo a las denuncias, los reos conocidos como los pasilleros, ya que no tienen una celda asignada debido al hacinamiento, deambulan como espectros cubiertos de harapos por los pasillos de los pabellones para resguardarse del frío y las lluvias. Al final, todos ellos terminan durmiendo sobre el húmedo piso, debajo de los tinglados, el exagerado consumo de las drogas, en especial el crack, los ayuda a sobrellevar los rigores de la miseria en Tacumbú.
Tras las jornadas de lluvias y raudales, gran parte del reclusorio queda cubierta de inmundicia entre las que pululan todo tipo de alimañas y las aguas estancadas se convierten en criaderos de gusanos y mosquitos transmisores de todo tipo de enfermedades.
De acuerdo a las acusaciones, estos reclusos hacen sus necesidades fisiológicas al aire libre en un sector ubicado detrás del pabellón Mixto, donde sacan la tapa de los registros para defecar, estás imágenes también fueron enviadas por los reos. Es común ver a los pasilleros revolver los basureros del penal después de los días de visita, para conseguir un poco de alimento y también juntan latas de cerveza, que los pudientes beben con la complicidad de guardias.