Sentir, pensar y actuar
Blanca Lila Gayoso
En la década del sesenta del siglo pasado el neurocientífico norteamericano Paul D Mc Lean se refirió a tres sub sistemas cerebrales: el reptiliano, límbico y la neocorteza. Todos los seres humanos hemos evolucionado con el tiempo hasta convertirnos en seres que sienten, piensan y actúan con inteligencia. Pero nuestro cerebro pasó por diferentes etapas.
Sostiene D Mc Lean que primero emergió el reptiliano, en donde se ubican los instintos básicos de sobrevivencia, miedos, impulsos, el hambre, el sexo y las tendencias violentas. Tiene millones de años y fue evolucionando hasta llegar al límbico donde se encuentran los afectos y la memoria. Finalmente, llegamos a la neo corteza cerebral, la parte más desarrollada donde están la conciencia, la voluntad y la inteligencia.
Resultan muy interesantes estos estudios en la psicología, especialmente para entender el comportamiento humano y sobre todo, hay que considerar que las neurociencias están avanzando mucho en la exploración del cerebro y ver por ejemplo, como se puede luchar contra el mal del Alzheimer.
En realidad, cuando hablamos del cerebro, el tema se vuelve inagotable y la investigación es fascinante, porque leyendo a los científicos y catedráticos universitarios, expertos en estas cuestiones, aprendemos mucho para la superación personal y la buena relación con los demás. En el libro “Supercerebro”, de Deepack Chopra y Rudolf Tanzi, se describen las formas de encontrar la salud, el bienestar, el éxito y la felicidad, desechando hábitos negativos y adquiriendo otros nuevos.
Siempre se nos habló sobre el infinito poder de la mente. El cerebro es el órgano donde funciona el pensamiento y es el sitio privilegiado donde podemos cambiar la visión del mundo y modificar nuestras propias realidades. Podemos leer todos los libros del mundo, asistir a todas las conferencias de científicos y motivadores, pero si no tenemos la voluntad o no tomamos la firme determinación de cambiar, no nos sirve de nada.
Pero vamos a tratar de relacionar todos estos puntos. Teniendo en cuenta las premisas de D Mc Lean, nuestro reptiliano sale a relucir cuando damos el gusto a nuestros instintos, sin pensar. Ni qué decir cuando se cometen crímenes o abusos sexuales. La parte límbica es donde se manifiestan el amor, el perdón, la piedad y las otras emociones. Por ultimo, la razón nos dicta lo que tenemos que hacer para tomar determinaciones acertadas y esto corresponde a la neocorteza, la parte mas nueva del cerebro.
Somos seres muy emocionales y a veces actuamos sin pensar, solo movidos por impulsos. Perdemos amigos, novios, maridos o trabajos por no poder controlarnos. Un ejercicio mental constante puede ayudarnos a tener equilibrio perfecto. Sentir es algo inherente a nuestra naturaleza y albergamos muchos sentimientos. Razonar y usar la conciencia nos llevan a actuar con amor y sabiduría. Reeducar el cerebro y usarlo positivamente nos pueden conducir al éxito, a la salud, la armonía y al sendero de la máxima espiritualidad.