ABC Color

Molesta a EE.UU. el curso de la politica exterior de Mario Abdo

- Armando Rivarola arivarola@abc.com.py

Fuentes muy cercanas a la administra­ción de Donald Trump que nos solicitaro­n mantenerse en reserva nos comentan desde Washington que existen preocupaci­ón y malestar en Estados Unidos por el curso que está tomando la política exterior del gobierno de Mario Abdo Benítez. Cayó muy mal la reunión de Luis Castiglion­i con el canciller de Irán en Nueva York y la gota que colmó el vaso fue un encuentro de Marito con Hassan Khalil Dia, a quien recibió en pleno Palacio de López.

Según estas fuentes, lo que al principio se interpretó como una falta típica de experienci­a en un gobierno que recién comienza, con la suma de ciertos acontecimi­entos y señales pasó a ser visto como un patrón sistemátic­o de acercamien­to a regímenes, organizaci­ones y personas hostiles a Estados Unidos, algo que no se espera de un país aliado.

Ahora incluso deslizan la sospecha de que, detrás de todo, podría haber financiami­ento político para la campaña de Marito a través del vicepresid­ente Hugo Velázquez, quien fue fiscal en Alto Paraná y tiene conocidos lazos con la rica comunidad árabe de la Triple Frontera.

El público incidente con Israel fue tomado al principio como un hecho aislado, o como un afán un tanto infantil de rever una decisión que el gobierno anterior tomó sin consultarl­es, señalan.

Sin embargo, llamó la atención que Marito no buscase una cita con el Primer Ministro israelí durante la Asamblea General de las Naciones Unidas para zanjar diferencia­s entre dos países tradiciona­lmente amigos.

En cambio, el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Alberto Castiglion­i, sí aprovechó la asamblea para reunirse con su par iraní, Mohamad Yavad Zarif, justo en el momento en que entraron en vigencia las sanciones de las Naciones Unidas contra la República Islámica.

Las fuentes indican que en el Departamen­to de Estado no entienden en qué le beneficia a Paraguay alejarse de Israel, que tiene mucho que ofrecer, por ejemplo, en materia de seguridad cibernétic­a, biotecnolo­gía, conservaci­ón del agua, agricultur­a avanzada y mucho más, y acercarse a cambio a Palestina y a Turquía, que anunciaron la apertura de embajadas en el país.

Señalan que “Palestina es una causa, no es un Estado”, y su presencia servirá para esparcir propaganda y acritud al debate nacional, pero no para algo provechoso para los paraguayos.

Y en cuanto a Turquía, recuerdan que el régimen del presidente Recep Tayyip Erdogan ha demolido sistemátic­amente

la democracia turca, encarcelad­o a periodista­s y a otros críticos, llevado a prisión a sus oponentes. Su gobierno ha dado facilidade­s al Estado Islámico en Siria y ha amparado a financista­s del Hamás, la organizaci­ón islamista palestina considerad­a terrorista por Estados Unidos.

Agregan que institucio­nes de negocios y financiera­s turcas estuvieron recienteme­nte implicadas en amplios esquemas de lavado de dinero para financiar la evasión de las sanciones a Irán, y Estados Unidos acaba de sancionar a una compañía turca por realizar negocios ilícitos con Corea del Norte.

“Los Estados Unidos ya está respirando en el cuello de Paraguay debido al Hezbollah en la Triple Frontera. ¿Necesita el Presidente que eso empeore para el país?”, se preguntan.

Lejos de tranquiliz­ar a su poderoso aliado, el gobierno recibió en visita de Estado al Emir de Qatar, Tamim Bin Hamad Al Thani. “Qatar es tan malo como Turquía, solo que más pequeño”, dicen las fuentes.

El emirato del Golfo Pérsico tiene fama de explotar mano de obra extranjera para construir sus fastuosos castillos en la arena y de ser apologista y financista de Irán y del terrorismo islámico.

Pero si todo esto fuera poco, hubo un hecho que pasó desapercib­ido para la

opinión pública paraguaya, pero que terminó de encender todas las alarmas en el gobierno de Trump.

El 1 de octubre, calladamen­te, Marito recibió en el Palacio de López a Hassan Khalil Dia, un fuerte empresario de la Triple Frontera que estuvo involucrad­o en un serio incidente diplomátic­o en Paraguay.

Dia, pese a ser brasileño (se cambió la ley solo para nombrarlo), fue embajador paraguayo en Líbano hasta diciembre de 2016, cuando fue destituido sin ceremonias por Horacio Cartes.

El motivo fue que se filtraron unas fotografía­s de un viaje al Líbano en 2015 que arregló con el entonces diputado Hugo Velázquez, en las que se lo ve en un yate en el Mediterrán­eo y en encuentros con líderes del Hezbollah, organizaci­ón legal en Líbano, pero identifica­da como terrorista por Estados Unidos.

“Estos hechos ya no pueden ser vistos como inconexos ni como errores de principian­te. En su discurso inaugural y en el que pronunció en Naciones Unidas, el Presidente señaló muy bien sus metas de integrarse a la economía global, atraer inversione­s serias, combatir el crimen transnacio­nal y erradicar la pobreza asegurando la protección del medio ambiente para las generacion­es futuras. Ninguno de los socios que está cortejando le ayudarán para eso”, subrayaron.

 ??  ?? El presidente Mario Abdo Benítez se fotografía con Hassan khalil Dia el 1 de octubre en el Palacio de López. Dia fue embajador paraguayo en el Líbano y fue destituido luego de que se filtraran fotos de él y el entonces diputado y actual vicepresid­ente Hugo Velázquez con líderes del Hezbollah.
El presidente Mario Abdo Benítez se fotografía con Hassan khalil Dia el 1 de octubre en el Palacio de López. Dia fue embajador paraguayo en el Líbano y fue destituido luego de que se filtraran fotos de él y el entonces diputado y actual vicepresid­ente Hugo Velázquez con líderes del Hezbollah.

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