Díaz Verón niega que encubra a asesinos
CAAZAPÁ (Antonio Caballero, corresponsal). Amigos, compañeros de trabajo y familiares de los guardaparques de la Reserva Natural Tapyta, Rumildo Toledo y Artemio Villalba, asesinados el pasado 18 de agosto por supuestos cazadores furtivos, exigieron justicia y que los culpables sean procesados por la justicia. Acusaron al gobernador de este departamento Pedro Díaz Verón (ANR, excartista) de estar protegiendo a los sospechosos.
Díaz Verón participó de la manifestación, se puso a disposición de la Justicia y pidió que sea denunciado formalmente para que se aclare el tema.
La manifestación fue encabezada por los compañeros de los guardaparques caídos, familiares y amigos de los mismos de las compañías Toro Blanco, Enramadita de Tava’i y Ñumi, distrito de San Juan Nepomuceno. Uno de los oradores fue Cándido Brítez, quien era cuñado del guardaparques Artemio Villalba. Dijo que lamentablemente desde el día del homicidio sonó el nombre de “Pipo” Díaz como uno de los encubridores de los asesinos. Agregó que hay cruce de llamadas que lo vincularía con los sospechosos.
Brítez igualmente sindicó a un efectivo de la Policía Nacional, identificado como el oficial Raúl Alonso, quien en el momento del homicidio era el jefe de la comisaría de San Carlos, jurisdicción de San Juan Nepomuceno, quien actúa como campana de los sospechosos y además operó para que solamente sean incluidas cinco personas en el acta de procedimiento. Se protegió a cuatro personas y cinco fueron incluidas en la investigación.