Admiten incapacidad de Seprelad
El extitular de Seprelad Óscar Boidanich dijo que cuando ingresó en la Seprelad en el 2008 el presupuesto de la institución era de US$ 500.000 y cuando salió, era de cerca de US$ 2 millones, lo cual consideró ínfimo para llevar adelante la tarea. Indicó que no se puede trabajar porque uno contrata analistas, los forma y terminan yéndose al sector privado porque ganan mucho más.
Apuntó que el sistema es muy deficiente y ya en 2017 la evaluación de un experto internacional concluyó que no podían funcionar de esa manera. Pidió, en ese sentido, que se valore todo el trabajo que se hizo y se está haciendo “a pesar de las deficiencias”. Señaló: “hicimos el caso Forest y este caso (Messer) no es sencillo”. Sobre el hecho que no hayan informado del reporte que tuvieron en el 2015 sobre operaciones sospechosas, Boidanich señaló que no tenía sustento y que solamente decía que la empresa Chai, sin mencionar a Messer, era una empresa ganadera que quería invertir en la bolsa. Señaló que ahí no existía ningún delito vinculado al lavado de dinero.
Por otro lado, dijo que entregó una estadística a los senadores de la cantidad de reportes sobre operaciones sospechosas que recibían anualmente y que solamente en 2017 cerraron con más de 11.000. Señaló que eso es muchísimo para los dos o tres analistas con que cuenta la Seprelad. “Es desesperante sin tener la capacidad para reaccionar ante eso”, indicó el exfuncionario. Agregó que todo el análisis se hace manualmente. Dijo además que si el alguien opera con US$ 1 millón y el banco no lo reporta, Seprelad no se entera.