ÑE'Ẽ MBEGUEPE
Un reverendo campú le dio la Virgen de Caacupé a varias autoridades de los tres poderes del Estado y a la clase política.
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“¡Basta ya!”, dijo Mons. Valenzuela a la desesperante corrupción e impunidad a la que nos someten políticos en complicidad con jueces y fiscales.
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Ojalá que las autoridades tomen nota de la homilía y hagan aterrizar en resoluciones (ergo: imputaciones, acusaciones y prisiones, si hace falta). Solo así se verá que la visita a Caacupé no fue solamente para cumplir con la costumbre o el ritual religioso.
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¡Qué necesidad tienen los guardias de Marito de atropellar la fiesta religiosa de Caacupé! Intentaron cerrar los accesos a la Basílica, lo que provocó obviamente el enojo de la feligresía y de la autoridad eclesial. *****
El presidente de la República debe cumplir a rajatabla su eslogan. Si es “de la gente”, debe comportarse como tal, sin renunciar lógicamente a la seguridad que siempre debe proteger a un jefe de Estado. Pero de ahí a atropellar una festividad como esta, no corresponde.
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Es más, un guardia incluso maltrató verbalmente a un sacerdote. Si es así, ya debería ir a Peña Hermosa. *****
El titular del Senado, Silvio Ovelar, tampoco se queda atrás. Privatizó una cuadra frente al Congreso para que los funcionarios no se estresen en estacionar.
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Pero qué simpático. Ahora intentan gua’ u aclarar que no es lo que parece, bla, bla, bla. Esperemos que la Municipalidad de Asunción levante mañana las barras de hierro y Mario Ferreiro le devuelva a la ciudadanía el espacio público de tránsito de vehículos.
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Hay que cortarle las orejas al encargado de tránsito de la Municipalidad de Asunción porque no fue capaz de avisarles a los automovilistas los desvíos en el microcentro.
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Un terrible caos hubo el viernes y ayer se sintió en menor medida porque los buses de pasajeros y conductores iban directo a una especie de matadero. ¡Qué les cuesta poner “zorros grises” y carteles tres o cuatro cuadras antes para agilizar los desvíos.
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Comienza la cuenta regresiva para el clan Zacarías Irún, el diputado Miguel Cuevas (ANR, Añetete) y el senador liberal llanista Dionisio Amarilla. Así como van las cosas parece que no habrá imputación antes de fin de año, lo que significa que se salvarán por ahora de ir a prisión.
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Vamos a ver si “Beto” Ovelar pone también a consideración del pleno –antes del inicio del receso parlamentario– el desafuero del acusado senador cartista Víctor Bogado para que enfrente una querella que le entabló la diputada liberal Celeste Amarilla.
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Bogado para tratar de salvarse, le culpó a “Anki” Boccia del nombramiento en Itaipú de la “niñera de oro” Gabriela Quintana Venialgo.