“Gángsteres”
En la política, un día sos –o creés que sos– una ídola invencible haciendo vito y caridad con la plata del pueblo y al otro estás enviando escribanos al dos por tres para ratificaciones o rectificaciones infames. Es simple. Las batallitas mediáticas que se libran en torno a la intervención de la comuna de Ciudad del Este son demasiado predecibles.
Era cuestión de tiempo nomás para ver que el actuar de la exintendenta en situación de arrepentimiento Sandra McLeod era tan ridículo como obvio ante la revisión de su gestión al frente de la municipalidad esteña.
Por mucho tiempo, y con la complicidad de entes estatales y también del propio Congreso, el clan zacariista logró frenar la intervención. Ahora que ya está en curso con el liderazgo de Carolina Llanes era de esperarse que la intendenta echara a andar sus remanidas y poco creativas campañas de desprestigio desplegadas contra todo aquel que no está conteste con sus ideología$ política$.
La secuencia siempre es la misma: primero dimes y diretes, corrillos de pasillos, las declaraciones y burlas publicadas en la pren$a amiga, los escribanos, para luego pasar a las amenazas de todo calibre y finalmente, la agresión por parte de sus adeptos, con el sumo cuidado para que parezca que “yo no fui”.
Llanes hace muy bien en no prestar atención ni gastar precioso tiempo y eficiencia en responder a los desesperados manotazos de ahogado de una claque que pudrió a la sociedad esteña.
La situación de los planilleros, la corrupción en la Policía Municipal, la caja paralela, los medicamentos y otros manejos podridos son resultado de solo semanas de revisión de documentos y números que no coinciden. Hasta el momento son los
papeles –o más grave, la falta de ellos– los que hablan de una administración desastrosa. Ese evidencia objetiva, no una campaña podrida de improperios ni teorías ridículas. El trabajo de Llanes es serio, es cuestión de matemáticas, las puras; no esas matemáticas zacariistas en las que dos mas dos es seis para mi y dos para vos.
Decía Llanes que lo encontrado hasta el momento es digno de una película de gángsteres. Sí y no. Sí, porque la corrupción ha permeado casi todo. Y no, porque la defensa esgrimida hasta ahora se parece más a una comedia barata. Como si fuese que los interventores son como ellos.
Es cierto que Llanes se lleva todos los palos, como ella lo dice. Yo no diría que son palos, son preseas porque algo debe estar haciendo bien. Si McLeod o alguien de su entorno la felicitara, ahí si que sería preocupante.
En la política puede pasar cualquier cosa. Y en la política también, a veces, un día renunciás y al siguiente, te arrepentís, y al siguiente podes ser destituida y procesada por robar la plata de el pueblo.
Aunque, como es política, nunca se sabe.