OEA inicia proceso de aplicación de la Carta Democrática a Nicaragua
La Organización de Estados Americanos (OEA) emprendió la aplicación de la Carta Democrática a Nicaragua, en medio de la condena al régimen de Daniel Ortega que considera “ilegal” el uso de ese instrumento que puede desembocar en la suspensión del país de
WASHINGTON (EFE). Nicaragua está sumida en una crisis política desde que estallaron protestas antigubernamentales en abril pasado que luego derivaron en un movimiento para reclamar la renuncia de Ortega.
Grupos humanitarios calculan que más de 320 nicaragüenses murieron a causa de la represión, mientras que el gobierno reconoció solo 198 víctimas fatales.
La Carta Democrática es un instrumento jurídico que, en sus artículos 20 y 21, contempla trámites diplomáticos contra un Estado miembro donde haya “una alteración del orden constitucional” y, de fracasar esas gestiones, allana el proceso para la suspensión, con lo que dejaría de participar en los programas del organismo. Para aprobar la suspensión, son necesarios 24 votos, es decir, dos tercios de los 34 miembros activos del organismo.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, encabezó la sesión extraordinaria del Consejo Permanente, prevista en el artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana, y en la que se realizó una “apreciación colectiva” de la situación en la nación centroamericana, sumida desde abril pasado en una crisis a raíz de las protestas en contra del Gobierno de Ortega.
Almagro defendió que “la crisis en Nicaragua justifica plenamente la invocación del artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana”.
Según el secretario general, “en la democracia no puede existir represión, ni violación de derechos humanos a opositores, estudiantes, políticos, campesinos, civiles y menores de edad”.
“Cuando solicitamos la aplicación del artículo 20 es
porque queremos que Nicaragua y todos quienes estamos aquí tomemos esta aplicación del artículo 20 como una oportunidad para resolver esta grave crisis política y esta alteración del orden constitucional”, añadió.
El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, puntualizó que su país “rechaza y condena esta sesión”. Acusó a
Almagro de actuar y continuar actuando “como caja de resonancia de los grupos pro golpe de Estado en contra del Gobierno constitucional y legítimo” de Ortega y de ser su “agente político”. Agregó que (Almagro) no estaba facultado para convocar a una reunión extraordinaria sobre la situación en su país. sin el consentimiento del Gobierno afectado. Un caso de “ruptura” democrática fue Honduras tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009. Una Asamblea General extraordinaria del organismo hemisférico convocada poco después suspendió al país centroamericano por casi dos años, siguiendo el artículo 21 de la Carta.
Papel del secretario general.