Entrega “exprés” de acusado por homicidio
Tras consentir la extradición abreviada, el ciudadano argentino Marcelo David Sanabria fue entregado ayer a la tarde a las autoridades de su país por disposición del juez de garantías Gustavo Amarilla. El extranjero era buscado por la Justicia argentina d
El ciudadano argentino Marcelo David Sanabria, de 32 años, protagonizó ayer la extradición más rápida de nuestra historia.
En una audiencia identificatoria realizada ayer a las 09:30 ante el juez Gustavo Amarilla y el fiscal de asuntos internacionales Manuel Doldán, el detenido dio su consentimiento para ser extraditado a su país.
Ante esta decisión, Amarilla les dio dos horas a las autoridades argentinas para que envíen la nómina de los agentes que lo retirarían del territorio nacional y la entrega se materializó a las 15:30, vía puerto Falcón. Finalmente se hizo bajo la figura de la expulsión por la falta de documentos.
La captura de Sanabria fue solicitada por el juez de Lomas de Zamora, Buenos Aires, Dr. David Vaggiano, en el marco de una causa de homicidio con fines de robo.
El crimen ocurrió el 27 de noviembre del 2004 en la localidad de Monte Grande, provincia de Buenos Aires, Argentina. En aquella oportunidad Sanabria, junto a sus cómplices –identificados como Daniel Marcelo Morínigo y Adriana Sanabria– irrumpieron en una residencia ubicada en Medel número 1551, perteneciente a Rodolfo Guillan, a quien aparentemente tomaron de rehén mientras se adueñaban de dinero y objetos de valor que encontraron en el sitio.
Luego maniataron a la víctima y la golpearon hasta la muerte, para luego darse a la fuga.
Amarilla dijo que Sanabria comentó que llevaba 12 años en el Paraguay. La expectativa de pena de Sanabria es de 25 años de cárcel.
El sospechoso, quien llegó a figurar en la lista de las 20 personas más buscadas en Sudamérica, fue detenido el sábado último por agentes de la Interpol en la calle, en la zona de Campo Grande donde trabajaba como albañil.
“Él manifestó que está hace muchísimo tiempo en el país y todo este tiempo permaneció oculto. Él no tiene ningún tipo de documentación y tampoco está identificado con DNI. Nosotros hicimos a través del juzgado y la Policía la identificación a través de huellas dactilares”, explicó el fiscal Manuel Doldán.