Impunidad sería principal factor
Uno de los factores que incide en el aumento de hechos delictivos en la “capital espiritual” del país es la impunidad que favorece a jefes de distribución de drogas, que en algunos casos operarían amparados por la misma justicia, según diversas versiones. Por ejemplo, en los últimos meses se hicieron más de siete allanamientos, todos con resultados infructuosos, al parecer porque se filtraron informaciones sobre los procedimientos, dando tiempo a los cabecillas para que eliminen evidencias y escapen.
Algunos informes indican que en el barrio Kennedy opera un personaje cuyo domicilio está rodeado de cámaras de circuito cerrado. El supuesto distribuidor y reducidor vigila el área detectando en el momento la llegada de patrulleras o comitivas fiscales.
El lugar es visitado las 24 horas por adictos que llevan el producto de lo robado para cambiar por drogas como el crack o marihuana.
Otro que gozaría de impunidad y seguiría operando sin impedimento es Blas Antonio Brítez López, alias Beibi’i. El presunto microtraficante se pasea en moto y tendría casas de distribución incluso en los alrededores de la fiscalía, de acuerdo a los datos.
Brítez cuenta con tres órdenes de captura, pero los organismos de seguridad no logran verlo cuando se pasea por la ciudad.
En la zona céntrica un conocido lugar de expendio de comida rápida también fue allanado en búsqueda de drogas, por tenerse informaciones certeras de que en el sitio se distribuían drogas fuertes, como cocaína. Sin embargo, pese a encontrarse residuos y balanzas de precisión, el procedimiento resultó infructuoso.